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Por primera vez desde que fue reclamado por los Cardinals de San Luis en la primera ronda del sorteo del 2017, el torpedero Delvin Pérez se siente en total control de sus emociones.
Hoy día, aquel jovencito que denotaba poca madurez y que en una ocasión fue comparado con Carlos Correa por sus habilidades y estatura, se ha convertido en un pelotero centrado y seguro de sí mismo.
Escucharlo hablar denota madurez y un deseo gigante de llegar cuanto antes a las Grandes Ligas.
“Me siento maduro y bastante enfocado para jugar en esta liga. Estoy sumamente ready para dar el todo por todo”, dijo Pérez a El Nuevo Día mientras se preparaba para un reciente partido entre los Gigantes de Carolina y los Leones de Ponce de la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente.
Pérez, de 6′3″ de estatura, fue la primer selección de los Cardinals en el sorteo del 2016 con 17 años de edad. De inmediato comenzaron a establecerse comparaciones con Correa.
Sus actuaciones en liga menor en esos primeros años no fueron de la mano con los pronósticos que existían sobre el boricua. Con la excepción del 2016 (liga de novatos), Pérez no vino a promediar sobre los .250 hasta el 2019.
Algunos conocedores del béisbol atribuyeron su bajo rendimiento a la inmadurez. Pérez aceptó que se suele pensar que por el hecho de que un pelotero sea escogido en una primera ronda “tienes el cielo seguro”.
“No porque te firmen en un primer round tienes el cielo seguro. Eso va de la mano con disciplina, esfuerzo y respeto dentro y fuera del terreno. Uno tiene que respetarse así mismo. Si te respetas a ti mismo, vas a poder hacer lo que quieres hacer”, dijo Pérez. “Pienso que con enfocarte y respetar el juego, eso te va a llevar a otros lugares. Siento que estoy en ese momento. Ya estoy en Triple A y siento que estoy a un paso. Solo tengo que trabajar duro y enfocarme y poner todas las piezas juntas”.
Pérez admitió que la inmadurez pudo haber afectado temprano su rendimiento, pero justificó el hecho a la edad con la que firmó como profesional.
“Siempre he escuchado que la madurez no estaba, pero lo que tengo que decirle a los fanáticos de Puerto Rico es que con 17 añitos no todos pueden tomar los ‘big steps’. Pero nunca es tarde. Estamos aquí viviendo el día de hoy agradecido de Dios por estar aquí. Tratar de ayudar a Carolina a ganar un campeonato”, comentó. “Lo importante es que tengo apenas 23 años. Eso es lo que estamos haciendo aquí. Cogiendo turno a turno, inining a inning y rolling a rolling. Enfocado las nueve entradas”.
Pérez, quien sobresale por su velocidad (se ha robado 92 bases en seis temporadas en las Menores), se reportó esta pasada semana a los Gigantes. Es la primera vez que se reporta tan temprano a la liga invernal.
“Me parece que esta es una oportunidad bien importante de estar aquí en la isla. Por primera vez mi carrera estoy desde el comienzo de una temporada. Estoy compartiendo con un grupo de muchachos talentosos. Me siento bien y gracias a Carolina por esta oportunidad”.
Por el momento, Pérez desconoce cuáles son los planes que tiene la organización para el 2023. Lo que sí dice estar en concentrado es en su desempeño con los Gigantes en este invierno.
“La visualización es de ellos (San Luis). La decisión es de ellos. La mía es estar listo, enfocado para cuando llegue esa oportunidad. Yo aquí estaré trabajando en todo. No somos perfectos. Siempre hay algo que mejorar. Para eso estamos. Aquí estamos día a día con el equipo. A ver cómo nos sentimos y el equipo de allá afuera qué dice”, dijo cuando se le preguntó si estaría con los Gigantes hasta el final de la temporada.