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La Quinta Papeleta: votar republicano optimiza la ruta a la estadidad

Los estadistas pueden convencer al Congreso de que Puerto Rico no es una jurisdicción obligatoriamente demócrata en el voto presidencial simbólico del 5 de noviembre, escribe Tere Riera Carrión

18 de septiembre de 2024 - 7:00 PM

Las opiniones expresadas en este artículo son únicamente del autor y no reflejan las opiniones y creencias de El Nuevo Día o sus afiliados.
Donald Trump y J.D. Vance, candidatos a presidente y vicepresidente de Estados Unidos, por el Partido Republicano. (Ramon "Tonito" Zayas)

El próximo 5 de noviembre, los electores de la isla participaremos en un ejercicio simbólico para votar por quienes ocuparán la presidencia y la vicepresidencia de los Estados Unidos. La Quinta Papeleta tiene un doble objetivo: demostrar nuestro deseo de votar por el Presidente de los Estados Unidos y manifestar una preferencia ideológica entre los dos partidos nacionales.

Las razones por las cuales, como ciudadanos estadounidenses, aspiramos al voto presidencial son ampliamente conocidas. Sin embargo, en cuanto al segundo punto, se presenta la oportunidad de hacer una movida estratégica que contribuya a avanzar en la obtención de la estadidad.

Al elegir la opción republicana en la Quinta Papeleta, se envía un mensaje claro a Washington: Puerto Rico podría inclinarse por el Partido Republicano como estado de la nación. Este acto simbólico es más que un simple ejercicio; representa una declaración política que podría tener repercusiones a largo plazo.

Nos encontramos en un momento histórico en el que cada acción cuenta, y esta papeleta puede ser una pieza clave para desafiar las percepciones actuales. Aunque no cuenta oficialmente, la importancia del voto radica en que puede desmentir el mito de que Puerto Rico entraría automáticamente como un estado demócrata.

Esta idea genera preocupación entre los republicanos, por la posibilidad de añadir dos senadores demócratas y entre cuatro o cinco representantes demócratas. Es crucial que el electorado entienda que un voto en la Quinta Papeleta no es un respaldo directo a ninguno de los candidatos.

El voto no se sumaría al conteo electoral oficial de la nación. Puerto Rico, como cuestión de hecho, no forma parte del Colegio Electoral. No obstante, su valor simbólico reside en demostrar que el pensamiento político de la isla no es monolítico, ni puede ser asumido como un voto seguro para un solo partido.

Elegir la opción republicana es la decisión más sabia para enviar un mensaje contundente de que el voto de la isla no puede asumirse como demócrata. Demostraría que, de ser estado de la nación, la preferencia de los electores de Puerto Rico estaría abierta a la competencia, lo que obligaría a ambos partidos nacionales a tomar en serio nuestra presencia en el escenario político. Los forzaría a reconsiderar su enfoque hacia la isla y, potencialmente, a apoyar más activamente la causa de la estadidad.

Este ejercicio electoral puede tener un impacto real. Aunque no afecta el resultado oficial, su valor simbólico es innegable. Cada paso que demos hacia la igualdad política cuenta. La Quinta Papeleta es una herramienta que nos permite influir en el debate nacional e insertar a Puerto Rico en la conversación política.

Para alcanzar la estadidad, debemos utilizar todas las plataformas a nuestra disposición. El voto republicano en la Quinta Papeleta se convierte, entonces, en un vehículo para romper estereotipos y prejuicios que han frenado el proceso hacia la igualdad política.

La percepción en Washington es medular y elegir la opción republicana en esta papeleta ayudaría a romper con las expectativas preestablecidas. Es una forma de demostrar que Puerto Rico no tiene etiqueta partidista fija. Todos los estadistas deben priorizar el objetivo de la estadidad sobre cualquier preferencia partidista, a nivel nacional, y votar por la dupla republicana en la Quinta Papeleta.

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