Una pesquisa en curso del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) por varios delitos violentos llevó a agentes federales a la osamenta encontrada este lunes, en Río Grande.

Dos fuentes de El Nuevo Día indicaron, por separado, este martes que el FBI ha estado indagando sobre una serie de delitos en esa región y en el transcurso de la investigación corroboraron una información que los llevó a dar con los restos de alguien, que se sospecha es un joven reportado como desaparecido desde diciembre pasado.

Un informe de la Policía indica que la osamenta fue encontrada por un equipo del FBI, que entonces notificó a las autoridades estatales.

Por su parte, el coronel Manuel de Jesús, director de la Rama Investigativa de la Policía, indicó que la condición de los restos no permitían obtener una identificación que no sea a través de pruebas científicas.

A la escena llegaron las antropólogas forenses Meisshialette Ortiz Quiñonez, Damara Guevara Morales y Karla Santiago Pérez, del área de identificación del Instituto de Ciencias Forenses (ICF), agencia que informó en la noche del lunes que sí se trataban de restos humanos.

En declaraciones escritas, el ICF agregó que después del traslado iniciarían “el proceso de identificación científica que corrobore la identidad de los restos encontrados”.

“Están evaluando las alternativas para proceder con la identificación que se pueda realizar en el menor tiempo posible. Pero ya el ICF cuenta con una muestra de ADN de un familiar del joven reportado como desaparecido”, indicó el ICF.

Según de Jesús, “las agencias federales tienen la investigación. Una información los llevó allí, buscaron en diferentes áreas y nos dan conocimiento por la colaboración que tenemos”.

“Ellos tienen su investigación federal y nosotros tenemos la investigación por la desaparición. Seguimos trabajando en colaboración, y pendientes a los resultados de las pruebas (del ICF)”, agregó.

Mientras, la portavoz del FBI en Puerto Rico, Limary Cruz Rubio, se limitó a indicar que “estamos colaborando con la Policía en el procesamiento de la evidencia, pero si alguien tiene información que pueda ayudarnos puede llamarnos al 787-987-6500″.

El número de confidencias de la Policía de Puerto Rico es el 787-343-2020.

Según supo El Nuevo Día este lunes, al momento no se descarta la posibilidad de “carjacking” y secuestro como ángulos a investigar en la pesquisa.