Tel Aviv, Israel — El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declaró el jueves que Israel está atacando al grupo libanés Hezbollah “con fuerza total” y no cesará hasta que se cumplan sus objetivos.

Netanyahu habló al llegar a Nueva York para asistir a la Asamblea General de la ONU y en momentos en que funcionarios estadounidenses y europeos están trabajando para lograr un cese al fuego de 21 días.

La política de Israel, aseveró Netanyahu, es clara.

“Seguimos atacando a Hezbollah con fuerza total. Y no cesaremos hasta que cumplamos todos nuestros objetivos, siendo el principal de ellos el retorno de los residentes del norte de Israel a sus casas”, dijo.

Anteriormente, el primer ministro israelí pareció minimizar las esperanzas de una tregua inminente con Hezbollah, después de que Estados Unidos y sus aliados pidieran un cese el fuego “inmediato” de 21 días para “dejar espacio a la diplomacia”.

En un comunicado publicado, su oficina dijo que sólo había una propuesta sobre la mesa y que él aún no había respondido. El comunicado también negó que hubiera ninguna orden de rebajar los combates en la frontera norte con el Líbano.

Horas después, el ejército israelí dijo que había matado al comandante de Hezbollah a cargo de drones en un ataque aéreo contra un edificio en los suburbios de la capital libanesa. El canal de televisión del Hezbollah reportó un bombardeo israelí en un edificio de apartamentos en un suburbio al sur de Beirut. El ejército israelí luego dijo que el ataque mató a Mohammed Hussein Surour.

El grupo libanés no ofreció un comentario inmediato sobre el asunto.

El hecho ocurre dos días después de que un ataque similar mató al comandante de Hezbollah a cargo de la unidad de misiles de la agrupación.

El comunicado de Netanyahu planteaba dudas sobre una nueva iniciativa internacional para detener los intercambios de fuego cada vez más intensos que han matado a cientos de personas en el Líbano y amenazado con desatar una guerra abierta entre Israel y Hezbollah. Se difundió después de que Israel amenazara con emprender una invasión terrestre para alejar al grupo político y militar de la frontera, y de que un ataque israelí en el Líbano matara a 20 personas.

El ministro de asuntos del exterior israelí, Israel Katz, había prometido antes que el país seguiría peleando “con toda nuestra fuerza hasta la victoria y el regreso seguro de los residentes del norte a sus hogares”.

Un socio ultraderechista de la coalición de gobierno de Netanyahu amenazó con abandonar la coalición si se alcanzaba un cese el fuego permanente con Hezbollah.

Itamar Ben-Gvir, líder del partido Poder Judío, amenazó con suspender su colaboración si se alcanza un acuerdo temporal, en un nuevo gesto de descontento del gobierno israelí hacia los esfuerzos internacionales de cese el fuego.

Si Ben-Gvir abandona la coalición, Netanyahu perdería su mayoría parlamentaria y podría ver caer su gobierno, aunque los líderes de la oposición han dicho que ofrecerían apoyo para n acuerdo de cese el fuego.

Hezbollah tampoco ha respondido a la propuesta, aunque el primer ministro en funciones de el Líbano, Najib Mikati, la recibió de buen grado.

El grupo ha insistido en que sólo detendrá sus ataques si hay un cese el fuego en Gaza, algo que no parece factible pese a las negociaciones lideradas durante meses por Estados Unidos, Egipto y Qatar.

En su comunicado, la oficina de Netanyahu dijo que “los combates en la Franja de Gaza también continuarán hasta que se hayan alcanzado todos los objetivos de la guerra”. Estaba previsto que el mandatario se reuniera con otros líderes mundiales en apartes de la Asamblea General de la ONU.

Luego el jueves, el ejército israelí dijo que unos 45 cohetes fueron disparados desde el Líbano contra la ciudad de Safed en el norte israelí.

Añadió que hubo extensos daños por fragmentos que cayeron a tierra, pero no había reportes de heridas. Fue la segunda andanada de cohetes en la región el jueves. En total 150 proyectiles fueron disparados el jueves contra el norte israelí pero la mayoría fueron interceptados o cayeron en zonas abiertas, según el ejército.

Israel lanzó una enorme operación militar en Gaza tras un ataque liderado por Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre en el que murieron unas 1,200 personas, la mayoría civiles, y unas 250 fueron tomadas como rehenes. Más de 41,000 palestinos han muerto en Gaza desde entonces, según autoridades locales.

Hezbollah comenzó a lanzar cohetes a Israel al día siguiente del ataque del 7 de octubre en apoyo de sus aliados de Hamás, y Hezbollah e Israel han cruzado fuego desde entonces.

Familiares israelíes de los rehenes dicen que están presionando para un posible acuerdo de cese el fuego en el Líbano que incluya cláusulas sobre la guerra en Gaza, en especial la liberación de los aproximadamente 70 rehenes que se cree siguen vivos y los cuerpos de otros 30.

Gil Dickmann, primo de Carmel Gat, secuestrada y cuyo cuerpo fue uno de los seis encontrados en túneles en Gaza en agosto, dijo que las familias de los rehenes se sienten olvidadas conforme la atención se desplaza al frente norte.

“Sabemos que estas cosas están conectadas entre sí, la parte norte y la parte sur, todas forman parte de la misma gran situación en la que estamos desde el 7 de octubre, y estamos muy preocupados porque si no tomamos las decisiones correctas ahora, perderemos esta increíble oportunidad de sacar a los rehenes”, dijo Dickmann el martes, cuando crecieron las esperanzas de un cese el fuego.

También criticó a Netanyahu por dejar escapar varias oportunidades de liberar a su prima y le suplicó que no perdiera otra oportunidad y aceptara un acuerdo tanto con Hezbollah como con Hamas que incluyera cláusulas sobre los rehenes. La cuñada de Dickmann, Yarden Roman-Gat, fue liberada durante un cese el fuego de una semana el pasado noviembre, junto con otro centenar de cautivos.

Durante los últimos días, Israel ha bombardeado con intensidad diferentes partes del Líbano contra lo que describe como lanzacohetes y otra infraestructura militar de Hezbollah. Los milicianos han lanzado cientos de cohetes a Israel y el miércoles atacaron Tel Aviv por primera vez con un misil de mayor alcance que fue interceptado.

Un ataque aéreo israelí en el Líbano golpeó un edificio donde se alojaban trabajadores sirios y mató a 19 sirios y un libanés según dijo el jueves el Ministerio libanés de Salud. Era uno de los ataques más letales en la campaña aérea redoblada contra el grupo político y militar Hezbollah.

El ataque del miércoles ocurrió cerca de la ciudad antigua de Baalbek, en el valle oriental del Beká, junto a la frontera siria, indicó la Agencia Nacional de Noticias, un medio estatal. La agencia había informado en un principio de 23 fallecidos.

La mayoría de los muertos eran mujeres y niños, señaló Hussein Salloum, funcionario local de Younine. Las labores de rescate habían continuado durante la noche y hasta la madrugada del jueves, añadió.

“Excavamos entre los escombros con nuestras propias manos” hasta que llegó una pequeña excavadora, dijo Salloum a The Associated Press por teléfono. “Teníamos recursos muy limitados”.

La Cruz Roja Libanesa dijo haber recuperado nueve cuerpos, mientras que otros fueron recuperados por el grupo paramédico de Hezbollah y la Defensa Civil Libanesa.

Líbano, con una población de unos 6 millones de personas, acoge a casi 780,000 refugiados sirios registrados y a cientos de miles sin registrar, la proporción más alta del mundo de refugiados per cápita.

Israel atacó 75 objetivos durante la noche en el sur y este del Líbano, según el Ejército. Al menos 45 proyectiles se lanzaron desde Líbano la mañana del jueves, y todos fueron interceptados o cayeron en espacios abiertos, señaló.

Los ataques israelíes iniciados el lunes han matado a más de 630 personas en el Líbano, según las autoridades locales de salud, que dicen que en torno a un cuarto eran mujeres y niños. Varias personas han resultado heridas por metralla en Israel.

Los combates han matado a docenas de personas en Israel y expulsado a decenas de miles de sus hogares a ambos lados de la frontera.

Israel ha prometido hacer todo lo necesario para permitir a sus ciudadanos que regresen, y ha llevado a miles de soldados a su frontera norte en preparación de una posible operación por tierra.