Bajos los ardientes rayos del sol, los empleados unionados de la empresa Suiza Dairy reafirmaron que la huelga que iniciaron hace 22 días por un conflicto patronal no cesará pese a la sentencia emitida este miércoles por el Tribunal de Primera Instancia de San Juan, que les ordena a “cesar y desistir” de bloquear o limitar el acceso a las facilidades de la compañía.

“Estamos en desacuerdo con la decisión del juez (Anthony Cuevas Ramos). Nos parece que, en el escrito, él trata de conciliar el derecho al acceso versus el derecho a la huelga. Pero el derecho a la huelga precisamente es que logremos paralizar los medios de producción que tiene el patrono para que puedan ser escuchados estos trabajadores”, sostuvo el presidente de la Central General de Trabajadores (CGT), José López Pacheco, a preguntas de periodistas.

“Tenemos un patrono totalmente intransigente que ha faltado al proceso de mediación y estos trabajadores no tienen otro remedio que sea el derecho a la huelga. Si eso implica que nosotros tengamos que pagar consecuencias por nuestra determinación, pues así asumiremos históricamente el deber que nos corresponde como representantes sindicales (...) Prácticamente, hoy realmente comienza la huelga”, agregó.

La orden emitida por el juez Cuevas Ramos se produce cinco días después de que la empresa anunció el cierre parcial de sus operaciones en San Juan, Ponce y parte de Aguadilla, cesanteando a 483 empleados en medio de un conflicto obrero patronal que todavía no tiene solución.

La sentencia, además, surge en momentos en que El Nuevo Día ha revelado que el Grupo Gloria, conglomerado peruano dueño de Suiza Dairy, se retiró también, de forma sorpresiva, del mercado de Uruguay. Los trabajadores fueron notificados por un mensaje de WhatsApp.

Para el presidente de la CGT, la cesantía de los trabajadores representa un acto de “terrorismo emocional” por parte de Suiza Dairy.

“El jueves pasado, tuvimos una reunión de mediación en el Departamento del Trabajo. El secretario Gabriel Maldonado dirigió los procesos de mediación. El señor Pablo Vallejo (gerente general de la empresa) se comprometió en esa reunión que en 24 horas iba a conseguir autorización del Grupo Gloria para una oferta que solucionara el conflicto. Su respuesta fue hora y media antes de ese plazo hacer una conferencia anunciando las cesantías. Si eso no es terrorismo emocional, ¿qué es?“, expresó a El Nuevo Día.

Por su parte, el secretario de la CGT, Scott Barbés, señaló a este medio que contemplan una apelación a la determinación emitida por el foro judicial.

“Sin embargo, no estamos enfocados en el tribunal, sino en la lucha de los trabajadores y en la defensa de la línea del piquete para garantizar el derecho a la huelga según establece la constitución del país y el derecho al trabajo”, sostuvo Barbés.

“El llamado al pueblo es a unirse a esta manifestación porque ya pasó de ser una huelga a favor de los derechos de salud de nuestros unionados a una huelga nacional en defensa de la industria lechera, que es parte importante de la cadena alimentaria de Puerto Rico”, agregó.

Para Barbés, el anuncio de las cesantías de los obreros se sintió inicialmente como un “electrocutazo”. No obstante, enfatizó que esa decisión llenó a los manifestantes de una “nueva energía y fuerza”.

En la sentencia emitida tras un recurso legal que presentó la empresa, que consta de 11 páginas y que fue analizada por El Nuevo Día, el letrado Cuevas Ramos advirtió que el incumplimiento con esta orden será causa suficiente para ordenar arrestos e ingreso inmediato a la cárcel por desacato criminal.

Sin embargo, Cuevas Ramos enfatizó que la orden se limita a lo relaciones con los accesos vehiculares y peatonales de las instalaciones. “No puede interpretarse como una prohibición al derecho a la huelga y las expresiones pacíficas que los demandados deseen llevar a cabo”, señaló el togado en su sentencia.

La huelga comenzó el 11 de junio. Ese día, unos 160 empleados y transportistas de la unión decretaron el cese de los trabajos tras no llegar a un acuerdo con el patrono relacionado a las cláusulas que dictan la aportación patronal al plan médico.

Las partes firmaron, en 2023, un nuevo convenio activo por los próximos tres años, y solo restaba alcanzar un acuerdo sobre la aportación al plan médico. La renovación del plan médico debe consumarse el próximo 1 de julio, y el incremento en la cubierta es de unos $77.

Actualmente, el costo de la póliza es de $605 y el patrono aporta $500 por empleado, mientras que el trabajador paga los $105 restantes.

Los empleados unionados propusieron a Suiza Dairy aumentar su aportación por $125. No obstante, la empresa ha dicho que no concederá debido a que, presuntamente, enfrenta pérdidas en la operación de la planta.

Tras el tranque en las negociaciones, las vaquerías, supermercados, panaderías y colmados han recibido el impacto ante la falta de leche.

El número de cuartillos decomisados ya supera los 600,000, puesto que la leche destinada para Suiza Dairy no se está recogiendo en las vaquerías.