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“Chef & The Baker”: proyecto de pasión, creatividad y amor de dos chefs puertorriqueños

Rosana Rivera y Ricardo Castro experimentan gran éxito con su novedoso concepto de negocio de catering y repostería francesa en la ciudad de Clearwater en la Bahía de Tampa

10 de noviembre de 2023 - 11:40 PM

La Chef Rosana Rivera y el Chef Ricardo Castro, esposos y socios en su negocio "The Chef and the Baker", que ubica en Clearwater, Florida. (Juan Manuel Barrero Bueno)

Tampa, Florida.- Las pequeñas flechas en un camino simple, con la frialdad de almacenes comerciales a cada lado, indicaban que estábamos en la ruta correcta. “Empanadas” decían los letreros y otros decían “Bakery”. Al bajarnos del auto, nos topamos con otro signo inequívoco de que habíamos llegado a nuestro destino: un tentador olor a pan horneado, que atrae como un imán desde el estacionamiento.

Se trata del negocio de repostería francesa y catering, Chef & The Baker, propiedad de los chefs puertorriqueños Ricardo Castro y Rosana Rivera. Tras pasar la entrada y ser recibidos con un “cafecito”, en una pequeña tienda que ocupa un espacio mínimo en el gran almacén comercial en la ciudad de Clearwater nos esperaba Castro. Simpático y conversador, de inmediato empezó a contarnos su historia.

“Mami era administradora de caseríos y enseñaba a hacer bizcochos. Yo ayudaba a limpiar las espátulas, ya tú sabes cómo”, dice riendo mientras muestra que untaba sus dedos con el sobrante de la masa para limpiarlas. Cuando a los 12 años sufrió quemaduras con aceite caliente, todos pensaron que no volvería a pisar una cocina. “Fue lo contrario, eso se convirtió en inspiración y ahí confirmé que me dedicaría a ser chef”, explicó Castro.

Nacido hace 49 años en “Guaynabo City”, el chef Ricardo logró estudiar un bachillerato en el Instituto Culinario de América, con ayuda de la Fundación de Becas de Turismo de Puerto Rico. Regresó a la Isla y luego de irse a Michigan, en el 2004 se mudó a la Bahía de Tampa, Florida, donde reside.

En este momento de la conversación se unió la chef Rosana. Pausada y de sonrisa cautivadora, la esposa y partner de negocios de chef Ricardo es la creadora de la marca Chef by Rosana y propietaria junto a él de “Chef & the Baker”.

La pareja de chefs se conoció en Tampa,
La pareja de chefs se conoció en Tampa, (Juan Manuel Barrero Bueno)

Aunque destaca que siempre estuvo ligada de alguna manera a la cocina por vía de su mamá, Hildín, cuando se graduó de administración de empresas de la Universidad de Puerto Rico Recinto de Mayagüez, no tenía a la gastronomía en su radar profesional.

“Cuando teenager hacía picadera con mami como un trabajo extra. Ya graduada empecé trabajando en joyería fina, me mudé a Nueva York, siguiendo esa misma rama de trabajo y luego llegué a Tampa, porque tenía a mi mamá y familia aquí”, contó Rivera.

Siguiendo la sugerencia de su mamá de oficializar la cocina como una carrera, decidió estudiar artes culinarias en Tampa. “Esto es Estados Unidos, así que si iba a hacerlo, quería formalizarlo”, dijo Rivera, de 48 años.

Años más tarde, y ya dando clases en una escuela culinaria, conoce a Castro, quien dirigía la institución. “Nos dimos cuenta de que teníamos metas en común, nos gustaban los negocios, amábamos la gastronomía y hasta parece que estaba en nuestro destino encontrarnos, con Ponce -donde mi papá tenía oficina de abogado- como punto de enlace”, expresó riendo.

Ese aparente lazo del destino empezó con la abuela de Rivera, quien era maestra de economía doméstica en la Ponce High y quien tuvo como alumna a la mamá de Castro.

Castro conversa con una empleada mientras preparan la masa del pan.
Castro conversa con una empleada mientras preparan la masa del pan. (Juan Manuel Barrero Bueno)

“Pero nos conocimos aquí”, afirmó. La pareja, unida desde el 2011, ha establecido diversos restaurantes en el área, como Piquant. “Fueron exitosos, pero cerraron por diversas razones, incluyendo la pandemia”.

La perseverancia y complicidad del dúo de chefs se notaba mientras hacíamos el recorrido por su “ghost kitchen”, donde tienen ahora toda su operación. También el respeto y la admiración mutua.

En el local industrial de Pinellas Park, en Clearwater, tienen lo que definen como dos negocios bajo Chef & the Baker. Con Chef by Rosana, ella trabaja caterings de comida gourmet para eventos corporativos de todo tipo. Por otro lado, está la repostería y panadería, que maneja Castro, y que se especializa en repostería francesa, pero a la que da toque boricua, como sus famosos croissants rellenos de guayaba.

“También tenemos sándwiches cubanos y polvorones, con la receta original de mi mamá”, dijo Castro, mostrando la producción del pan que hacen todos los días en su cocina, una en la que tienen nueve empleados y trabajan los siete días de la semana.

Imagen de 2019 del programa de Food Network, Beat Bobby Flay, en el que Rosana Rivera venció en una competencia de cocina al chef Bobby Flay.
Imagen de 2019 del programa de Food Network, Beat Bobby Flay, en el que Rosana Rivera venció en una competencia de cocina al chef Bobby Flay. (Stephen Davis Phillips / Food Network )

Cuando se habla de la pareja, también se piensa en las famosas empanadas que llevaron a Rivera a ganarle al reconocido chef Bobby Flay en un popular programa del canal Food Network.

“En el 2019, recibí un email invitándonos a participar en el show y no lo creía. A ellos le interesó nuestra historia como esposos y propietarios de restaurantes, y nos invitaron al programa. Allí le gané a Ricardo, y pasé entonces a competir con Flay con las empanadas, y me convertí en la primera latina y puertorriqueña que le gana”, destacó Rivera sobre su participación en el programa Beat Bobby Flay.

“Las llamo empanadas porque no las freímos, si no fueran empanadillas. Pero ellas representan nuestro sabor boricua”, dijo la chef. Aunque similares a las que preparaba con su mamá, las hace de carne, pollo, pizza y veganas, con berenjenas, y agrega su toque personal de sazón y aceitunas muy picaditas, apelando a un sabor más universal.

La chef Rosana Rivera muestra las empanadas que le ayudaron a ganar la competencia.
La chef Rosana Rivera muestra las empanadas que le ayudaron a ganar la competencia. (Juan Manuel Barrero Bueno)

Tras tres años de operación del nuevo concepto, sin restaurante establecido, aunque sí en planes futuros, la empresa sigue teniendo como uno de sus clientes más grandes al Aeropuerto Internacional de Tampa. Allí venden varios de sus productos, además de que hace solo un año abrieron la pequeña tiendita para vender café y postres frescos, y reciben órdenes para entregar.

En tanto, desde el local de Clearwater, la Chef Rosana ofrece clases online, que van desde cómo hacer tablas de charcutería hasta pastas. Ahora está desarrollando otro de sus sueños, una línea de productos de decoración y cocina.

“Cada producto tiene un propósito. Desde tablas de queso, donde no quedan residuos ni olor, con madera de excelente calidad, hasta curiosidades y canastas para mantener fresco el pan, hecho por mujeres artesanas de Marruecos”, indicó.

Aunque saborean el fruto del esfuerzo y cuentan con una amplia carta de clientes, así como con el reconocimiento de su marca, la pareja describe como difíciles los pasados tres años.

Rivera muestra uno de los productos que vende en su negocio.
Rivera muestra uno de los productos que vende en su negocio. (Juan Manuel Barrero Bueno)

“Es clave evolucionar y adaptarte. En este negocio vimos cómo subieron impresionantemente los (costos de los ) materiales y hemos tenido que evaluar qué funciona sin perder calidad y sabor. Pero contamos con un increíble apoyo de la comunidad. Si tú das, recibes, y para nosotros es vital compartir en eventos comunitarios y aportar a ellos”, indicó Rivera.

Para ellos no es difícil definir la clave del éxito al establecer un negocio en una ciudad estadounidense: manejar el inglés y trabajar duro todos los días, pues señalaron que en la industria de alimentos “hay altas y bajas, y esto no es para los blandos de corazón”. Añadieron un punto clave más: hay que “evolucionar con el mercado”, al explicar que la decisión de qué y dónde comer se hace ahora desde un teléfono, con un tremendo poder de las redes sociales.

“Ahora tenemos que preocuparnos por tener un website, un app y tener servicio de entrega de comida, pero también yo no espero que el negocio me entre por la puerta, yo busco el negocio”, dijo Rivera.

La pareja de chefs ve con ilusión el crecimiento económico de la región de Tampa Bay, lo que alimenta su sueño de establecer nuevamente un restaurante formal. “Pero para el empresario hispano sigue siendo difícil obtener financiamiento, aun en esta área de tanto desarrollo comercial. Nos gustaría que inversionistas puertorriqueños vengan a invertir aquí, y qué mejor que confíen en empresarios boricuas como nosotros, con experiencia y conocimiento, para establecer, por ejemplo, un buen restaurante boricua. ¡Hay mucho talento, pero nos faltan inversionistas puertorriqueños aquí!”, concluyó.

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