El espectáculo de magia de Reynold Alexander, titulado “Supernatural”, se caracterizó por ilusionismo, interactividad, risas y sorpresas para el público que fue a presenciar el estreno de su show en el Centro de Bellas Artes de Santurce.

Quien lleva en la industria de la magia por más de 30 años, se destacó durante todo su espectáculo por su seguridad al hacer desaparecer un “stool” o al adivinar el animal que una persona quería ser, entre otros, sobre la tarima del Teatro René Marqués. De entrada, preguntó quiénes no creían en la magia y escogió a un hombre, de nombre Arturo, para “tratar de convencerlo”.

Al estar dirigido a toda la familia, entre los presentes había desde pequeños hasta los más adultos, quienes a juzgar por sus reacciones disfrutaron de la magia que llevó el ilusionista puertorriqueño en un show que le tomó tres años en preparar. De igual forma, otra de las cosas que más resaltó durante el espectáculo fue lo interactivo que logró ser, donde en cada acto de mentalismo contó con la participación una persona aleatoria del público, incluyendo menores de edad.

“Esto es un espectáculo para ustedes y para mí... es el momento de pasarla bien”, expresó para dar inicio.

No hubo nadie en aquella sala que no tuvo los ojos fijos sobre el escenario donde a cada segundo ocurría algo diferente y diversos actos corrían a la vez. Y, como era de esperarse, con la culminación de cada uno, se escuchó un fuerte aplauso del público, el cual Reynold agradecía constantemente. Muchos de ellos terminaban con la frase “Yo creo en la magia” de quienes estaban involucrados en los mismos.

Quien ostenta desde el 2006 el Récord Guinness del Escape de la Camisa de Fuerza, también se aseguró que las risas en el público siempre estuvieran presentes. Uno de esos momentos cómicos de la noche, y que estableció el tono de la velada, fue cuando mencionó que había hecho un contrato con Netflix, pero se refería a uno de suscriptor, no de productor de contenido, como fue percibido entre aplausos. También jugó con las personalidades y rasgos de los participantes en una forma jocosa, entre ellas las personas lentas en llegar al escenario, los de poco entusiasmo, el que no entendía las instrucciones, y así sucesivamente, dándole dinamismo al show.

La producción, por su lado, logró superar los retos del espacio, la iluminación y la espontaneidad del show en sí mismo y fueron ágiles en resolver los imprevistos en la medida en que iban surgiendo.

La función duró alrededor de una hora y media, pero antes de despedirse amarró todos los cabos sueltos que dejó entre acto y acto para culminar con la imagen de Albert Einstein (escogido por una niña) que fue completada por un Rubik Cube de otro participante. Como era de esperarse, al final, una de las interrogantes de la noche era si Arturo, el participante que un principio no creía en la magia, fue convencido por el ilusionista.

Su “yo creo en la magia” selló el show, seguido de una ronda de aplausos.

Al final, el ilusionista le dedicó tiempo de conversación y para fotos a sus fanáticos, quienes no paraban de felicitarlo por su gran espectáculo.

Próximamente, Reynold Alexander se presentará en el teatro Yagüez en Mayagüez el 22 y 23 de junio y en el Centro de Bellas Artes de Caguas el 10 de agosto. También tendrá una función especial el 30 de junio, en el Centro de Bellas Artes de Santurce, el cual será en honor a su exasistente, Elsa Lavergne, quien falleció de cáncer. Todas las ganancias de esa función, así como de un kit de magia que tiene en venta, son para la familia de Lavergne, quienes enfrentan retos económicos tras la enfermedad.