Cuando la actual Miss Mundo Puerto Rico 2024, Valeria Nicole Pérez, trabajaba hace un tiempo como mesera en un restaurante, se topó con un cliente de la comunidad sorda. La complicación para lograr una comunicación efectiva, para servirle como este merecía, despertó en esta joven la necesidad de prepararse.

Desde entonces, decidió tomar clases de señas, se graduó de nivel básico y en la actualidad aspira a cursar un nivel intermedio, para romper las barreras que enfrenta esta comunidad en Puerto Rico, donde se estima que son unas 250,000 personas aproximadamente.

“Cuando lo atendí, las barreras de comunicación se hicieron bien difícil en algo tan sencillo como tomar una orden de comida. Me sentí mal, me sentí desesperada y sentí mucha empatía porque yo quería poder atenderlo bien, yo quería darle el servicio que se merecía porque era un cliente igual que cualquier otro. En ese justo momento fue que yo dije, ‘yo quiero romper esa barrera de comunicación, yo quiero aprender’. Simplemente, era un trabajo de mesera, pero yo quería dar un buen servicio, que se sintieran bienvenidos e incluidos”, destacó la nueva reina, de 22 años.

Lo aprendido lo puso en práctica durante la pregunta final en el certamen, celebrado durante la noche del pasado sábado en el Centro de Bellas Artes de Humacao Dr. Águedo Mojica Marrero. Valeria se tomó el riesgo y a su contestación integró el lenguaje de señas, para, precisamente, incluir a la comunidad sorda en tan importante momento de su vida, lo que considera que le dio el pase para alzarse con la corona que hoy ostenta.

“Fue un riesgo que estuve dispuesta a tomar, porque la comunidad no oyente de Puerto Rico es una a la que yo respeto mucho y quiero visibilizarlos. Definitivamente, no quería cometer ningún error y quería llevar el mensaje correctamente. Para mí era bien importante involucrar el lenguaje de señas en esa pregunta porque si estoy llevando un mensaje hacia esa comunidad como parte de mi labor social, lo mejor que podía hacer era incluirlos”, explicó la joven, quien representó al pueblo de Manatí en la competencia, siendo esta su primera experiencia en un certamen de belleza.

Aunque admite que todavía no se siente totalmente segura de hablar mucho en público a través del lenguaje de señas, su plan es continuar tomando clases para ir no solo perfeccionando, sino para continuar dándole alas a lo que representa su proyecto de belleza con propósito, que es uno de los pilares de este certamen a nivel internacional, y al que ha llamado Comunicando Sin Límites.

Su misión, más allá de visibilizar a la comunidad sorda de Puerto Rico y hacer valer los derechos que le cobijan, explica que quiere proponer una ley de política pública para que ese colectivo tengan un intérprete en todas las áreas de medicina y de la salud, ya sean públicas o privadas en Puerto Rico, una problemática que dice estar ocurriendo y pasa por desapercibida.

“Pude participar de una charla en la Escuela de Medicina de Ponce, donde trabajé como activista. Ahí estuve junto a una persona de la comunidad sorda y un doctor. En ese momento aproveché para orientar a todos los futuros médicos sobre la importancia de incluir a las personas no oyentes en Puerto Rico e incluir un intérprete en las áreas de salud. Una de las personas de la comunidad sorda que estaba como invitado, nos contó una historia donde él fue a un audiólogo y le rechazaron el servicio porque no había intérprete. Y tú dices, ¿cómo va a ser posible que tengas esa dificultad y vayas a un audiólogo, que se supone que te dé el servicio y no te lo provea? Desde ese momento confirmé que, si bien siempre quise visibilizarlos, ahora anhelo que se implante algo más riguroso”, agregó la reina, quien se enfrentó a 29 candidatas en el certamen nacional.

De niña, siempre mostró interés en las artes y la música, que más adelante la llevó a apasionarse con el ballet clásico, en el que se desempeñó por cinco años, y el teatro, además de adentrarse en las ciencias y en modelaje, más adelante. “Crecí en un hogar con valores cristianos desde pequeña, siempre los he cultivado y los mantengo, y es lo que me ha formado como la mujer que soy hoy en día, así que todo se los debo también a eso”, resaltó.

Aunque aún se desconocen los detalles de fecha y lugar para la celebración de la edición 72 de Miss Mundo, donde Krystyna Pyszková, de la República Checa, coronará a su sucesora, esta graduada del programa de Biología de la Universidad Interamericana de Puerto Rico tendrá aproximadamente un año para prepararse lo más posible, al reconocer que es un concurso riguroso y en el que participan mujeres bien preparadas.

“Estaré trabajando en los aspectos físicos y mi pasarela, pero lo que yo le quiero dar bien fuerte es a esa preparación como profesional, para llevar una puertorriqueña completa y comprometida. Gran parte de lo que traje al certamen eran cosas que ya yo había cultivado desde mi juventud, como lo es mi pasión por servir y mi liderazgo. Siempre quise explorar más y en Miss Mundo encontré la plataforma para esa oportunidad, de llevar un mensaje, hacer un impacto, representar a las mujeres y a Puerto Rico”, manifestó la esbelta reina pelirroja, quien se encuentra cursando su maestría en tecnología médica.

Es evidente el entusiasmo de Valeria Nicole para continuar aprendiendo y fortaleciéndose en esta etapa, en la que siente que, desde que se comenzó a preparar al presente, ha evolucionado muchísimo como mujer, como reina y como persona.

“Tengo muchísimo más por evolucionar y crecer. Así que estoy bien emocionada por ese cambio y por esa preparación. En cuanto a lo que pudiese mejorar, me encantaría continuar preparando mi dicción, porque el Miss World Internacional es uno que se enfoca un poco más allá de la belleza, buscan reinas que sean preparadas mentalmente, profesionales. Así que me quiero continuar preparando, terminar mis estudios, llevar una buena causa, que quiero prepararla y formularla bien”, comunicó.