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Inculca a sus hijas, nacidas en California, el amor por Puerto Rico

El cirujano ortopeda, oriundo de Patillas, Julio Víctor Westerband García cuenta cómo logró que sus retoños conectaran con su tierra

16 de junio de 2024 - 11:10 PM

Nació en California, pero Victoria, quien es la primogénita de Westerband García, asegura sentirse puertorriqueña. (Xavier Garcia)

“¿Dónde tú estabas? Llevo toda mi vida esperando por ti”.

Esas fueron las palabras que expresó el cirujano ortopeda Julio Víctor Westerband García, a su primogénita Victoria, tan pronto llegó a este mundo.

Ahí nació un vínculo especial entre padre e hija, el cual se mantiene intacto a más de tres décadas del milagro por el que tanto clamó, pues tenía 40 años cuando estrenó su paternidad.

El suceso ocurrió en el estado de California, a donde el médico residía al momento del alumbramiento y se repetiría dos años después con el nacimiento de Elizabeth, su segundo retoño.

“Tori (Victoria) me hizo el favor a mí de ser mi primera hija. Para mí fue un cambio de vida increíble porque llevaba años tratando de tener hijos. Ahora tengo cuatro y puedo asegurar que mis hijos me han dado futuro”, confesó el galeno de 73 años, oriundo del pueblo de Patillas.

No obstante, a pesar de vivir a unas 3,431 de millas de su terruño, el médico se esforzó por cultivar el amor patrio en sus hijas a través de las expresiones culturales y la enseñanza del español, además de traerlas a la isla varias veces cada año.

“Yo soy puertorriqueño a dondequiera que voy. Me hice la promesa de que, no importa donde yo estuviera, yo no iba a ser un turista en Puerto Rico, sino que siempre tendría sitio en Puerto Rico, siempre iba a venir, no una o dos veces al año, sino de seis a siete veces al año”, expresó.

Xavier Garcia
(Xavier Garcia)

“Siempre vengo y me quedo en navidades porque, para mí, navidades es dos días antes de Thanksgiving hasta dos días después de Reyes. Pero siempre les dije a mis hijas que vayan a Puerto Rico, aunque yo no pueda, porque ‘ustedes son primero puertorriqueñas y segundo californianas’”, apuntó.

De hecho, adquirió una propiedad en Isla Verde, Carolina, con el objetivo de convertirla en su vivienda principal y que sus hijas tuvieran un hogar en la isla.

“Para esa época, mi tía Guillermina, que en paz descanse, hacía de niñera y a propósito se las dejaba todo el día porque ella no sabía decir ni gracias en inglés. Entonces, yo quería que mis hijas hablaran español y aprendieron muy bien”, reveló el hijo de Aurea García.

Por su parte, Victoria señaló que también aprendió a bailar salsa con su progenitor y una de las cosas que ambos disfrutan es la comida criolla.

“Mis padres se divorciaron cuando yo tenía ocho años, pero eso no cambió nada en cuestión de cuánto tiempo yo pasaba en Puerto Rico. Cuando empezaba el verano, las navidades, inmediatamente, mi familia se iba para Puerto Rico”, manifestó la fémina de 33 años.

“De cierta manera, me crie con mis primos y familia allá. Mi papá nos enseñó todo lo que pudo sobre nuestra cultura. Bailábamos salsa desde que éramos nenas, íbamos a lechoneras a chinchorrear, todo con la familia. Esto ha sido gran parte de mi vida y para mí, mi identidad, me siento muy orgullosa de eso”, apuntó la especialista en mercadeo digital.

Igualmente, la joven profesional admitió que, incluso cuando su padre se mudó para trabajar en Nueva York, se las ingeniaba para cultivar su relación paternal viajando los fines de semana alternos a California.

“Siempre hacíamos actividades con la naturaleza, hacíamos muchos viajes, esquiábamos durante el invierno. Mi papá nunca fue un papá convencional porque es bien aventurero y siempre nos llevaba a cualquier lado. Me enseñó a navegar, a jugar tenis que es mi deporte favorito, es bien activo. También fuimos a ver boxeo”, recordó.

“Mi papá no se detuvo en incluirnos en sus actividades que eran apropiadas para nosotras. Yo aprendí de él un montón, por ejemplo, él es piloto y yo también. Muchos pasatiempos que tengo los aprendí de él”, agregó.

En tanto, a pesar de los años, “siempre encontramos la manera de mantener una relación; mi papá en Nueva York, yo vivo en Boston hace 10 años y mi hermana en California”.

“Igual, con el teléfono y las videollamadas nos mantenemos siempre en contacto. Yo aprecio un montón todo lo que él hizo por nosotras, por mantenernos y enseñarnos nuestra cultura, pero más que todo por él, por darnos un ejemplo increíble de cómo es vivir la vida. Honestamente, yo también me parezco a él”, asintió con voz entrecortada.

Asimismo, recalcó su sentir por Puerto Rico.

“Me siento muy contenta con mi sangre boricua, pero más que nada por su ejemplo como persona. Reconozco que he sido afortunada, no todas las personas pueden sentirse puertorriqueñas o darse el lujo de tener dos padres que me ayudaron a mantener el idioma español y una educación que integre el español en sus clases”, expresó la también hija de Tawnya Westerband.

Por su parte, Westerband García insistió en la fortuna que descubrió con la paternidad. Además de Victoria y Elizabeth, el galeno cuenta con dos hijos de 13 y 10 años, respectivamente, y dos nietos de su segundo retoño.

“A todos mis hijos, yo soy su papá y los quiero muchísimo, ellos me han dado el honor de ser su padre. Han sacado tiempo de su vida para ser hijos míos y siempre se los agradezco, especialmente a Tori que fue la primera. Ella me sacó de no tener nada a tener un futuro. Los nenes míos me han dado futuro”, concluyó.

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