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El Teatro Rodante de la UPR examina al poder desde “El balcón” de Jean Genet

La obra es una pieza sumamente compleja a nivel técnico y actoral; una cuidada sátira política y social que hace uso magistral del concepto de “metateatro” para criticar instituciones de poder

20 de abril de 2024 - 5:04 PM

La obra del francés Jean Genet fue llevada a escena por la dramaturga Jacqueline Duprey y los estudiantes del Teatro Rodante de la UPR. (Captura)

Cuando la dramaturga y profesora Jacqueline Duprey decidió llevar al escenario la obra “El balcón”, del francés Jean Genet, sabía que enfrentaría un camino lleno de retos.

“El balcón” no es como cualquier obra. Es una pieza sumamente compleja a nivel técnico y actoral, una cuidada sátira política y social que hace uso magistral del concepto de “metateatro” para criticar instituciones de poder representadas por el clero, la milicia y las leyes y que se escenifica en un burdel que es, a su vez, un tipo de espacio místico al que los personajes principales asisten para cumplir sus fantasías. Mientras afuera hay una revolución que atenta a contra la reina del país, la dueña de un burdel decide asumir el rol de una falsa reina y de nombrar al obispo falso, al juez falso y al general falso como los pilares verdaderos del imperio, con la intención de preservar algún tipo de orden.

“Pide una variedad de emociones a todos los personajes, son personajes que tienen múltiples colores emocionales. Van desde lo perverso a la ternura, de lo sublime a lo monstruoso, van de lo cachondo a lo serio, van de lo sexual a lo pudoroso, van de la ternura al odio en un nanosegundo. Es una pieza que a nivel físico y emocional demanda a los actores”, explicó Duprey.

Fue por eso que el proceso de selección y preparación de los actores fue muy cuidado. Como dato interesante, a pesar de varios de los personajes centrales de la pieza son hombres, para esta puesta están siendo interpretados por mujeres, lo que añade otro tipo que resalta aún más los conceptos “metateatrales” de la obra.

Es un texto de una carga poética exquisita, es un texto bien prosaico, es un texto bien poético, muy político, muy filosófico. Es lúdico, cachondo, es un texto que tiene tantos colores. Entonces, está el asunto del ritmo, el asunto de la parte naturalista, de la parte ceremonial, de la parte política, sin hacer un panfleto político, que entiendan el pensamiento político que está lucubrando el personaje y expresando desde ese lugar. Es un gran crédito a nivel físico, terminan agotados”, sostuvo Duprey sobre los retos que representa para sus estudiantes dar vida a este texto.

Para el grupo de estudiantes que dan vida a la pieza, la experiencia ha sido una exquisita y sumamente formativa.

“Fue un camino bien difícil el llegar aquí, llegar a esta obra, pero siento que ha sido bien fructífero. Es un reto que es bien rico, poder hacerlo y poder buscarlo y descubrirlo, y darte cuenta de pequeñas cosas del obispo. Nos hemos fajado mucho para que esto salga y estoy bien motivada que esto salga brutal”, opinó Amneris Quiñones, de 23 años, quien interpreta al obispo.

Asimismo, su colega Adriana Falcón Ríos, quien da vida a Irma, la dueña del burdel, coincidió en que formar parte de esta obra la ha llevado a nuevos niveles en su preparación actoral.

“Me ha empujado hasta mi límite, pero me he dado cuenta de que con todo y eso, tengo para seguir dando. Me gustan siempre los retos y siento que este personaje ha sido el desafío que me está preparando para mi futuro en la industria”, dijo la joven de 25 años.

Adriana Carolina Ramírez, también de 25 años, interpreta al general, y añadió que para ella este rol ha servido para reafirmar su compromiso y su amor por las artes dramáticas.

“Yo soy una actriz haciendo de esta persona que está jugando otra cosa. Y para mí, cada vez que estoy en escena, me recuerdo que estoy viva y que esta es mi pasión y por eso yo estoy aquí”, expresó.

Durante varias semanas, el grupo de jóvenes se preparó para ofrecer lo mejor de sí en una pieza de teatro que representa retos emocionales y físicos. El Nuevo Día estuvo presente durante uno de los ensayos finales y pudo constatar la increíble preparación de los jóvenes actores y su compromiso. Su trato a la materia prima no es distinguible del que se encontraría en cualquier producción profesional del más alto calibre.

La escuela que yo enseño de actuación es interna, psicológica. No es la actuación externa, de artificios y trucos actorales, sino que tú prendes el motor psicológico del personaje. Yo veo a estos chamacos llevando ese texto con esa gracia y con ese aplomo y ese dominio, y a mí me conmueve mucho, porque estos personajes no son para la edad de ellos y lo llevan muy bien”, sostuvo Duprey.

La obra cuenta con el diseño de escenografía y vestuario del profesor Miguel Vando, el diseño de iluminación es de profesor Nicolás Luzzi. La función final de la obra se llevará a cabo este 21 de abril a las 4:00 p.m. en el Teatro Julia de Burgos en la UPR en Río Piedras.

Correcciones y Aclaraciones

Una versión anterior de esta historia ponía a Víctor Ramos Rosado como autor de esta nota. La información proviene de un comunicado de prensa y la firma del periodista fue colocada por error.

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