París - Novak Djokovic sufrió con una molestia en la rodilla derecha, para luego quedar un set y quiebre abajo. Pero el fenomenal serbio hizo lo que es su especialidad: resistir.

El número uno del mundo remontó para vencer el lunes 6-1, 5-7, 3-6, 7-5, 6-3 al argentino Francisco Cerúndolo para acceder a los cuartos de final del Abierto de Francia y alcanzar una cifra récord de 370 victorias en torneos de Grand Slam.

Djokovic, reinante campeón en Roland Garros, rompió el empate con Roger Federer en cuanto a la mayor cantidad de triunfos en las grandes citas del tenis y también quedó como la raqueta masculina con más presencias de cuartos de final en los Slams, al desembarcar por la ocasión número 59 en esa instancia.

“Estuve quizás a tres o cuatro puntos de perder este partido”, declaró Djokovic.

Y el número uno del mundo lo logró con el sello que ha marcado su trayectoria dominante y su colección de 24 coronas en los Slams. Le dio la vuelta a un partido que se le había complicado extraordinariamente —vayan a preguntarle a Federer sobre dejar escapar un match point ante Djokovic— y crecerse cuando la tensión alcanzó su punto de ebullición.

La victoria, después de más de 4 horas y media, dejó a Djokovic con foja de 40-11 en duelos a cinco sets en su carrera, muy por encima del registro 1-3 de Cerúndolo, el 23er preclasificado. Y el desenlace no debería sorprender a nadie.

“¿Cómo hice para volver a ganar. No lo sé. La única explicación que tengo son ustedes”, señaló Djokovic, dirigiéndose al público de la Philippe Chatrier, la cancha central del torneo. “Gracias”.

Para Djokovic, este fue su segundo partido consecutivo que rebasó las cuatro horas de duración, en el que quedó abajo 2-1 en sets y que ganó en cinco. En la tercera ronda, sometió a Lorenzo Musetti (30mo cabeza de serie), un italiano de 22 años, culminando la obra después de las 3 de la madrugada del domingo, en el que resultó ser el partido que más tarde ha acabado en la historia del Abierto de Francia.

Esta vez, contra un argentino de 25 años que remaba en busca de sus primeros cuartos de final en un Slam, el serbio de 37 años sacó de la chistera todo sus recursos para improvisar sobre la marcha.

Lo logró, en cierta medida, al jugar más agresivo y añadirle un envión extra a sus golpes, amén de apaciguar el dolor en el rodilla.

Djokovic quedó abajo 4-2 en el cuarto set, pero tomó el control del partido a partir de ese momento.

Arrasa Sabalenka

A primera hora, Aryna Sabalenka prosiguió su marcha avasalladora al despachar 6-2, 6-3 a Emma Navarro para instalarse en los cuartos de final.

Y cuidado ahora que el sol ha vuelto a brillar en la Porte d’Auteuil en suroeste de París.

“Cuando sale el sol, juego con más alegría”, dijo Sabalenka, quien no ha cedido un solo set en esta edición de Roland Garros.

La bielorrusa derrochó solvencia para derrotar a la estadounidense Navarro, 22da cabeza de serie. Después de su victoria y en las escaleras que van hacia al vestuario, Sabalenka bailó al compás de “Stayin’ Alive” de los Bee Gees que sonaba en el teléfono de la octava preclasificada Ons Jabeur.