Noticia
Basado en hechos que el periodista haya observado y verificado de primera mano, o en información verificada que proviene de fuentes bien informadas.
Marcados de por vida: Flor Meléndez, Sara Rosario y otras figuras del deporte recuerdan cómo fueron impactados por los Juegos Panamericanos de San Juan 1979

El aniversario 45 de la justa deportiva continental fue celebrado el martes en un conversatorio

2 de julio de 2024 - 5:18 PM

Flor Meléndez conversa con Charlie Bermúdez durante el evento de conmemoración del 45 aniversario de los Juegos Panamericanos de 1979 celebrados en San Juan. Meléndez fue dirigente de la Selección Nacional en esa justa, y Charlie Bermúdez, uno de sus jugadores, fue el abanderado de la delegación boricua. (David Villafañe)

Hace 45 años, cuando Puerto Rico fue sede de la máxima justa internacional multideportiva que se haya celebrado en la isla, los Juegos Panamericanos San Juan de 1979, Flor Meléndez era apenas un dirigente novato.

Fue en esa cita, en su propia casa, que Meléndez tuvo su primer gran examen en el básquet internacional, y para el que la Selección Nacional tuvo un inusual tiempo de preparación.

Meléndez, al presente uno de los dirigentes de baloncesto más exitosos que ha tenido Puerto Rico en su historia, y de los más prominentes en el hemisferio desde la década de 1980, estuvo al mando de la Selección Nacional que consiguió la medalla de plata de dichos Juegos. Este martes, fue uno de los exponentes que participó de un conversatorio organizado por el Pabellón de la Fama del Deporte Puertorriqueño para recordar esos Juegos de San Juan en su aniversario 45.

Junto a él, también estuvieron el exbaloncelista Charlie Bermúdez, integrante de esa misma Selección Nacional y quien de paso fue el abanderado de la delegación boricua; la presidenta del Comité Olímpico de Puerto Rico, Sara Rosario Vélez; el exbanquero Arturo Carrión, quien presidió el comité organizador de los Juegos, Copan79; y el entonces secretario de Instrucción Pública (hoy Departamento de Educación), Dr. Carlos Chardón, entre otros presentes.

La historia de Meléndez, Bermúdez y Rosario tiene como gran denominador común los octavos Juegos Panamericanos en San Juan, pues hoy dan testimonio como el legado vivo que dejó la organización de ese evento.

Bandera de los Juegos Panamericanos de 1979, diseñada por el artista Lorenzo Homar.
Bandera de los Juegos Panamericanos de 1979, diseñada por el artista Lorenzo Homar. (David Villafañe)

Rosario, por ejemplo, fue una de aproximadamente 7,000 niños del sistema público de educación que fueron reclutados y que participaron durante las vistosas ceremonias de apertura y clausura de los Juegos, que son recordadas por el espectáculo que brindaron en las gradas del Estadio Hiram Bithorn con las pancartas y mosaicos.

“Uno aprende muchas cosas viajando, y lo primero que aprendimos es que tú eres un embajador de tu país”, dijo Bermúdez durante su breve turno al micrófono en el conversatorio del 45 aniversario de los Juegos. “Es un honor que nadie te puede quitar”.

Como dato curioso, Carrión recordó que el montaje de la justa en Puerto Rico en 1979 costó unos $62 millones, época en que señaló que el costo de la gasolina estaba en .26 centavos el litro. Como comparación, reveló que cuando la isla consideró hace unos años volver a pedir la sede para otros Juegos Panamericanos (2019), los costos estimados para el montaje se disparaban hasta unos $220 millones, razón por la cual se desistió de aspirar como sede nuevamente, en medio de la crisis fiscal que vive el país hace alrededor de dos décadas.

“Los Juegos Panamericanos se solicitaron en 1973, y de hecho, en 1971 se organizó un comité pro sede. Y en el 73 conseguimos la sede cuando fuimos a (la presentación) Chile”, dijo Carrión sobre los Juegos de San Juan 1979, que contaron con 5,029 participantes, 3,700 de ellos atletas.

De la frustración al éxito como dirigente

El mensaje de Meléndez fue de los más interesantes al recordar el camino que recorrió desde la frustración que sintió cuando lo sacaron del Equipo Nacional que iría a las Olimpiadas de Munich 1972, su transición de jugador a dirigente a tiempo completo, hasta convertirse en el piloto en propiedad del Equipo Nacional para los Panamericanos.

“El Equipo Nacional fue un reto que me propuse en 1972 cuando dos días antes de salir para las Olimpiadas de Múnich, yo estaba en el equipo, y un día antes ya no estaba”, repasó Meléndez al contar una historia que ya ha revelado, pero que todavía le entrecorta la voz al recordar que la frustración lo llevó a desaparecerse de su casa en Santurce para meterse en el campo en Cidra a organizar sus pensamientos.

Su decisión fue pedirle trabajo al entonces presidente de la Federación de Baloncesto de Puerto Rico, Jenaro “Tuto” Marchand, con la Selección, pero no en un puesto de envergadura.

“Quiero ser el aguador de la Selección”, le diría a Marchand. Este se resistiría en principio, pues Meléndez aún era un jugador activo en el Baloncesto Superior Nacional, pero lo complacería muy pronto y de aguador, terminaría convirtiéndose en el dirigente nacional apenas siete años después.

“Ese fue un equipo que entrenó casi un año para los Panamericanos. Lo grande de ese equipo es que todas las estrellas que estaban en Puerto Rico, Raymond Dalmau, Charlie Bermúdez, Michael Vicens, venían dos y tres veces a la semana a practicar por su cuenta en Puerta de Tierra. Decían, ‘vamos a trabajar’”, dijo Meléndez sobre un aspecto que históricamente ha sido un dolor de cabeza para el programa nacional, como es aglutinar todo el banco de talento de la Selección, y separar un tiempo significativo de entrenamiento antes de una competencia de envergadura.

“Los Juegos Panamericanos me abrieron la puerta porque era la primera vez que salía de Puerto Rico. Me dieron la experiencia. Aprendí que los equipos no podían entrenar en Puerto Rico porque habían muchas distracciones aquí, y por eso siempre nos íbamos a entrenar a Argentina o a Brasil, y gracias a eso se me abrieron las puertas. Se lo debo al baloncesto y a los Juegos Panamericanos”.

Rosario, por su parte, no imaginaba a sus 15 años cuando participó con los estudiantes de Copani en los múltiples ensayos de canciones y coreografías para los Juegos, que un día llegaría a la más alta plana del movimiento olímpico boricua.

Hoy conserva datos significativos, como que solo el 22 por ciento de aquella delegación de Puerto Rico en San Juan 79 eran atletas féminas, algo que en los años recientes ha cambiado durante su gestión como presidenta del Copur.

“Demostramos que un país pequeño puede hacer de forma exitosa y organizada unos Juegos Panamericanos”, destacó Rosario sobre los Panamericanos, algo que también Carrión dijo que la entonces Organización Deportiva Panamericana (Odepa) reconoció hace 45 años.

Otro de los participantes del conversatorio fue el historiador deportivo Carlos Uriarte, quien por su parte destacó algunos de los nombres de famosos que participaron en aquellos Panamericanos, en los que dijo que se impusieron 80 nuevos récords de los Juegos, y tres marcas mundiales.

Uriarte destacó que entre los 24 medallistas olímpicos que se dieron cita en San Juan, de Munich 1972 y Montreal 1976, “para mí Teófilo Stevenson era la figura grande de los Juegos”. Stevenson, peso completo cubano del boxeo, llegó a la isla como doble medallista de oro en Olimpiadas, y luego de los Pamamericanos sumaría un tercer título olímpico en Moscú 1980.

Pero, entre muchos otros que mencionó, también llegaría a la isla un jovencito velocista y saltador de Estados Unidos, Carl Lewis, quien luego se convertiría en una leyenda del atletismo y en Olimpiadas; el clavadista Greg Louganis; los baloncelistas brasileños Oscar Schmidt y Marcel de Souza, y los estadounidenses Isaiah Thomas y Ralph Sampson; entre otros.

Popular en la Comunidad


Ups...

Nuestro sitio no es visible desde este navegador.

Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: