Ponce - Los Leones insistían e insistían, pero Carlos Rivera se mantenía firme. Él pensaba que no era el momento para convertirse en dirigente a tiempo completo en el Baloncesto Superior Nacional (BSN).

El plan del exarmador era tener dos años de preparación antes de aspirar al exigente puesto. El pasado año debutó como asistente técnico del conjunto y ahora comenzaba su segunda campaña.

Llamadas de madrugada del gerente general de los melenudos, Gabriel Ortiz, no rendían frutos.

No fue hasta que el saliente técnico Sergio Hernández lo llamó y lo hizo cambiar de opinión.

“Esto no estaba en los planes, ni cerca. Fue complicado porque tenía a Gaby Ortiz llamándome todos los días hasta horas de madrugada, y no era el plan que yo quería”, contó Rivera sobre la gestión de la gerencia para que él reemplazara a Hernández, tras su salida de la dirección ante un arranque de 0-2 en el joven torneo 2024.

“Llegó el momento que me llama Sergio. Estoy en el juego del nene mío pequeño. Tuvimos una conversación más de una hora. No voy a entrar en detalle, pero fue él (que me convenció) porque yo estaba seguro de que no quería tomar el equipo. No porque tenga algo contra. Era que pensaba que no era mi momento. Sergio me convence y ellos (los Leones) me compran la idea de que tiene que ser de una manera. Los jugadores la compraron rápido. Se nota en la manera que vinieron a las prácticas”, relató Rivera a El Nuevo Día.

El resultado el jueves en el Auditorio Juan “Pachín” Vicens fue una convincente victoria, 86-67, frente a los Osos de Manatí para el primer triunfo de la escuadra de la Perla del Sur tras un pobre inicio de 0-3.

Hernández atravesaba por una segunda oportunidad con los Leones luego de que en 2023 saliera del conjunto por un inicio de 7-11. Permaneció en la franquicia como asesor.

El veterano mentor Carlos Morales asumió la dirección -luego de que Rivera dirigiera, de manera urgente, un partido y de que Juan Cardona también estuviera por un breve tiempo- y le dio vida al equipo en la etapa final de la fase regular, provocando un encuentro de reto con los Indios de Mayagüez en un intento por colarse en los playoffs. La tribu prevaleció en el decisivo partido.

Al arranque de esta campaña, Hernández sufrió dos derrotas abultadas y salió de inmediato.

Rivera, quien se retiró en 2022 luego de una carrera de 18 temporadas con cuatro campeonatos, volvió a ser candidato. Además de ser asistente de los Leones, trabaja como dirigente del equipo masculino de la Universidad Interamericana de Puerto Rico.

Al aceptar la encomienda, Rivera sabía que el grupo debía elevar su nivel defensivo. El jueves, los Leones dejaron 67 puntos a los Osos, quienes promedian 97 puntos por cotejo.

“Era lo primero que buscaba. Ellos lo siguieron al pie de la letra. Manatí tiene jugadores muy poderosos ofensivamente, de los mejores de la liga. No se desesperaron en un momento que comenzaron a anotar, y lo más que me gustó fue que compartieron el balón. Jamil Wilson es un jugador clave para que pasen esas cosas. Contento por ellos porque se lo están disfrutando”, declaró Rivera.

“Tenemos que ponernos sobre .500. Si logramos ponernos entre las tres posiciones (de la Sección) entonces fue el momento correcto (para dirigir). Ahora mismo, no lo es hasta que cambiemos esto de manera positiva. Tengo gente al lado que ayuda un montón. Es lo que lo hace fácil”, agregó.

Rivera, de 41 años, es asistido por Morales, Gabriel Piccato, Ángel Daniel Vassallo y Javier “Toñito” Colón.

Los Leones reciben el domingo a los Atléticos de San Germán.