Que nadie se llame a engaño: la AEE quebró por sus propias acciones y por la inacción de políticos cobardes que lo permitían, escribe Eduardo A. Bhatia Gautier
Que nadie se llame a engaño: la AEE quebró por sus propias acciones y por la inacción de políticos cobardes que lo permitían, escribe Eduardo A. Bhatia Gautier
Cuando la juez Laura Taylor Swain anunció esta semana su decisión de reducir la deuda de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), se asomó el fin de uno de los casos de irresponsabilidad fiscal pública más grandes en la historia. La AEE se quebró a sí misma y en el proceso quebró a Puerto Rico. Antes pagábamos la luz más cara por el cartel del petróleo y la corrupción. Ahora los aumentos son para pagar la deuda colosal que ellos mismos crearon por años. Conocer la génesis de este proceso es fundamental.
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