En los próximos años, la leche con chocolate que se sirve en los comedores escolares en Puerto Rico tendrá menos azúcar, mientras que productos como hamburguesas o alimentos enlatados serán reformulados para reducir la cantidad de sodio que contienen.

Los cambios buscan alinear los menús de los comedores escolares con las nuevas guías que el Departamento de Agricultura federal (USDA, en inglés) se dirige a implantar para ofrecer alimentos más saludables a los niños que participan de programas en escuelas y centros de cuido, entre otros, los cuales fueron anunciados esta semana.

Las nuevas guías del USDA se enfocan en reducir las cantidades de sodio y azúcar añadida en los alimentos, así como en facilitar que se provean comidas saludables, como meriendas, y en la compra de productos locales.

“En términos de cambios, ante lo que se vislumbra eventualmente va a llegar (…), conllevan unos cambios a nivel de lo que son las industrias”, indicó la directora de la Sección de Nutrición de la Autoridad Escolar de Alimentos, la nutricionista Asunción Ortiz.

La agencia federal anunció el martes que, por primera vez, se limitará la cantidad de azúcares añadidas en alimentos escolares. Por ejemplo, en las guías propuestas, que se establecerían para el año académico 2025-2026, los cereales de desayuno no podrán tener más de seis gramos de azúcar añadida por onza seca, mientras que las leches con sabor no podrán tener más de 10 gramos de azúcar añadida por cada ocho onzas.

En el caso del sodio, el USDA establecerá restricciones basadas en las edades de los estudiantes. Los almuerzos escolares para alumnos de kínder a quinto grado (elemental), por ejemplo, deberán tener menos de 935 miligramos a la semana a partir de julio de 2027.

El impacto de las regulaciones no será tan drástico en Puerto Rico, reconoció Ortiz, en comparación con jurisdicciones en las que sirven alimentos congelados o empacados.

“(Hay jurisdicciones que) utilizan muchos productos que le llamamos de conveniencia, que colocan en un horno por 15 minutos y ya están listos. Aquí, somos más de cocinar ‘from scratch’ y eso nos da la oportunidad de que podamos cumplir con todas las guías”, expresó Ortiz.

La directora de la Autoridad de Escolar de Alimentos, Francheska Reyes, reveló, por su parte, que entre 30,000 y 35,000 estudiantes reciben servicio de desayuno escolar, mientras que entre 135,000 y 140,000 participan del almuerzo escolar.

La nutricionista expuso que, en primera instancia, a nivel local ya se entiende que se deberá reformular la leche saborizada que se ofrece en los comedores.

Ortiz adelantó que las guías se encaminan a eliminar la disponibilidad de leche con chocolate en el nivel elemental y que solo se ofrezca en nivel secundario.

Los cambios comenzarían a implantarse en 2025, con un período de transición hasta 2027 para lograr un cumplimiento total. Esto daría tiempo suficiente a los suplidores para cambiar los productos, acotó la nutricionista, al indicar que ya han tenido conversaciones iniciales con algunos de ellos.

“Tienen que reformular sus productos (para reducir el sodio), pero, a su vez, en ese proceso, tienen que hacer pruebas de degustación, porque de nada vale que puedan reformular y que el producto no tenga aceptación (entre los menores). En la industria de alimentos, los productos que son los que tienden a tener sodio y se usan para preservar e impartir sabor, son los más afectados. No estamos hablando de bajar grasas o colesterol, le estoy cambiando el sabor a un producto”, comentó.

El USDA mantuvo igual los requisitos de cereales (que en las guías se identifican como “grains”, en inglés), apuntó Ortiz, por lo que se permitirá que los comedores ofrezcan un 80% de cereales de granos enteros y un 20% de cereales de granos enriquecidos.

Ese 20%, en Puerto Rico, equivale al arroz blanco que prefieren los estudiantes.

“Nosotros tenemos contratos con industrias locales para los planes integrales. Esas especificaciones permiten un 80% de cereales de granos enteros y, en la industria, a través de las alternativas que tenemos de granos enteros, lo cubrimos con panes integrales, las pastas de grano entero, las tortillas o plantillas para hacer burritos, que también son de grano entero. Eso nos ayuda a facilitar ese cumplimiento, porque el arroz refinado es el que más se utiliza y al que el niño está más acostumbrado”, sostuvo Ortiz.

En 2010, bajo la administración de Barack Obama, se implantaron guías encaminadas a que el 100% de los cereales servidos en comedores escolares fueran de granos enteros. La incorporación de arroz integral en el menú escolar fue ampliamente rechazada por estudiantes.

“Nuestra misión es proveer a nuestros niños una nutrición balanceada, que coman... en arroz y habichuelas, que coman. Sabemos que un estudiante con hambre no va a aprender. En muchos núcleos familiares aquí, en Puerto Rico, la alimentación no es la más adecuada y nuestra intención es que todos los estudiantes que pisen las escuelas del Departamento de Educación reciban sus servicios de alimento, que incluyen desayunos y almuerzos”, expresó Reyes.