En lo que significa su segunda temporada completa en las Mayores, el lanzador boricua de los Reds de Cincinnati, Fernando Cruz solo ha recibido elogios por su extraordinaria ejecución en el montículo.

En 10.1 entradas de la actual campaña, el serpentinero puertorriqueño ha abanicado a 20 rivales, permitiendo apenas tres imparables y dos carreras para una tacaña efectividad de 1.74. También ha regalado cinco boletos con seis holds y un WHIP de 0.77.

Tiene récord de 1-1 en 11 salidas al montículo, convirtiéndose en un brazo muy importante en el bullpen de los Reds.

Y el dirigente David Bell reconoció el trabajo del doradeño.

“Él solo quiere la pelota. Él quiere hacer su parte. Llega sin miedo, cree en sí mismo y lo logra”, aseguró Bell a la prensa en pasados días.

Esta semana, Cruz aportó significativamente en dos victorias de los Reds. El martes y el miércoles entró a lanzar con corredores en posición de anotar y ambas ocasiones no permitió que ninguno llegara al plato. En lo que va de campaña, Cruz ha entrado a lanzar en siete ocasiones con corredores en base y de los 13 hombres en circulación, solo dos han anotado.

Y este ha sido en gracias a uno de los lanzamientos más efectivos en todo el béisbol de las Grandes Ligas, el split finger. Con este pitcheo, Cruz, de 34 años, no deja de impresionar.

“No sé cómo explicarlo, es un regalo de Dios”, ha dicho Cruz en repetidas ocasiones sobre este pitcheo.

De los 20 ponches que acumula, a la fecha, 19 de ellos han sido a través del split finger. Hasta el momento, Cruz lo ha lanzado 75 veces (37 a bateadores derechos y 38 a zurdos). El otro ponche fue a través de una recta de cuatro costuras.

Al split finger -que parece una recta durante la mayor parte de su trayectoria hacia el plato y justo antes de llegar, cae rápidamente hacia abajo- no le han conectado inatrapables en 22 turnos.

De sus tres hits permitidos, dos fueron por medio de la recta de cuatro costuras y uno por cutter.

Para la pasada campaña, Cruz lanzó 402 veces el split finger (188 derechos y 214 zurdos) y en 117 turnos solo le pegaron 11 hits para un promedio de .094; el más bajo en las Mayores.

Terminó con 98 ponches en 66 entradas y 80 de ellos los propinó con este pitcheo.