Conversa con tu proveedor sobre las recomendaciones de pruebas de detección
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¡Una visita al año no hace daño! Consultar a tu médico de vez en cuando y realizarte las pruebas de detección son unas de las maneras más efectivas de proteger tu salud y bienestar. Los exámenes y revisiones médicas son fieles aliados de la prevención. Generalmente, ayudan a encontrar los problemas antes de que comiencen, por lo tanto, amplían las posibilidades de tratamientos menos invasivos y mejores.
De acuerdo con la ginecóloga obstetra Gladysmaria Figueroa Rubero, la mujer debe realizarse diversos exámenes de detección desde que inicia la adolescencia. De esta manera, se pueden detectar problemas de salud, evaluar riesgos para prevenir complicaciones médicas futuras, fomentar un estilo de vida saludable, actualizar las vacunas, entre otros.
A continuación, conoce las pruebas de detección y cuándo hacértelas, basadas en las guías de la Oficina para la Salud de la Mujer (OWH, en inglés) y en las recomendaciones de la doctora Figueroa.
Debes monitorearte, al menos, una vez cada tres a cinco años, siempre que no tengas factores de riesgo. De lo contrario, debes revisar tu presión arterial todos los años. Entre los factores de riesgo están: diabetes, enfermedades cardíacas, problemas renales, sobrepeso o presión alta durante el embarazo.
La ginecóloga especificó que los exámenes de detección del cáncer del cuello uterino deben comenzar a los 21 años y que la prueba del Papanicolaou es de las más importantes. Las mujeres de 21 a 29 años deben hacerse una prueba de Papanicolaou cada tres años, ya que permite encontrar células anormales en el cuello del útero que podrían convertirse en cáncer. En las mujeres de 30 a 65 años se recomienda hacer el Co test: prueba de Papanicolaou junto con la de la prueba del virus del papiloma humano (VPH). La prueba de VPH identifica el virus capaz de causar cambios en las células del cuello del útero.
Debes hacerte una prueba de detección de diabetes a partir de los 35 años y luego repetirla cada tres años, si no tienes factores de riesgo. Sin embargo, deben comenzar antes y repetirse con mayor frecuencia si tienes factores de riesgo, como: sobrepeso, obesidad, historial familiar, presión arterial alta, prediabetes o antecedentes de enfermedades del corazón.
Es importante realizar estas pruebas desde que inicias tu actividad sexual hasta los 25 años. Las mujeres mayores de 25 años deben hacerse pruebas de detección de clamidia y gonorrea, si están en alto riesgo. Los factores de riesgo de las ETS incluyen: tener una ETS actualmente o en el último año, no usar condones de manera habitual, tener múltiples parejas sexuales o tener parejas sexuales dentro de poblaciones con una alta prevalencia de ETS. Estas pruebas son: prueba de detección del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), sífilis, gonorrea y clamidia.
Debes revisar la presión arterial por lo menos una vez al año. En caso de tener diabetes, enfermedad cardíaca, problemas renales o sobrepeso, debes realizarlas con mayor frecuencia.
Entre los 40 a 49 años puedes hacerte una mamografía cada uno a dos años. Es de igual forma en el grupo de mujeres entre 50 a 75 años, pero, dependiendo de los factores de riesgo. Las mujeres con una madre o hermana que tuvieron cáncer de mama a una edad temprana deberían considerar las mamografías anuales. Figueroa Rubero aclaró que la sonomamografía no sustituye la mamografía y evalúa aspectos diferentes como las masas o quistes que se pueden medir.
Las mujeres de 30 a 65 años deberían ser examinadas con una prueba de Papanicolaou cada tres años o ambas pruebas (lo que se denomina Cotest) cada cinco años.
Deben comenzar a los 45 años en mujeres sin factores de riesgo y de los 40 a 45 años para las mujeres con factores de riesgo conocidos para enfermedad de las arterias coronarias. Esta prueba se debe hacer cada cinco años, pero con más frecuencia si tienes: diabetes, enfermedad cardíaca, problemas renales u otras afecciones específicas.
Si tienes menos de 45 años, habla con tu proveedor sobre esta prueba. No obstante, entre los 45 y 75 años puedes necesitar una colonoscopia con más frecuencia, si tienes antecedentes familiares de cáncer de colon, un historial de enfermedad intestinal inflamatoria o pólipos.
Se recomienda un examen anual para cáncer de pulmón con tomografía computarizada si se presentan los siguientes factores: tienes entre 50 y 80 años, y tienes antecedentes de haber fumado, fumas o dejaste de fumar en los últimos 15 años.
Realizar una vez al año, si no tienes factores de riesgo.
Algunos expertos no recomiendan hacerse mamografías después de esta edad. Conversa con tu proveedor acerca de lo que es mejor para ti.
Después de los 65 años, la mayoría de las mujeres que no han sido diagnosticadas con cáncer o precáncer del cuello uterino pueden dejar de hacerse estas pruebas de detección, si las pruebas anteriores tuvieron resultados negativos consecutivos.
Si tu nivel de colesterol es normal, se sugiere revisarlo cada cinco años. Debes repetir la prueba con más frecuencia si tienes colesterol alto, diabetes, enfermedad cardíaca, problemas renales o ciertas otras afecciones de salud.
Hasta los 75 años, debes hacerte un examen de detección de cáncer colorrectal regularmente. Si tienes 76 años o más, debes preguntarle al médico si es necesario. Generalmente, debes realizarlas si tienes factores de riesgo como: colitis ulcerativa, antecedentes familiares o antecedentes de pólipos en el colon.
Se aconseja un examen de detección anual de cáncer pulmonar si estás entre los 50 y 80 años, si fumabas, fumas actualmente o dejaste de fumar dentro de los últimos 15 años.
Todas las mujeres mayores de 65 años deberían hacerse una prueba de densidad ósea y orientarse sobre las medidas preventivas que les ayuden a prevenir la osteoporosis o las fracturas de hueso.
Por otra parte, tanto Figueroa Rubero como la OWH aconsejan consultar con tu proveedor sobre las vacunas necesarias para proteger la salud. De igual forma, se recomiendan los exámenes rutinarios de piel, dental, visual y auditivo, y la prueba de hepatitis C entre los 18 y 79 años. Por último, la ginecóloga recalcó que “es importante cumplir con las pruebas de screening para poder separar a quienes están a riesgo de cáncer, diagnosticarlas y empezar un tratamiento temprano”.
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