Adicciones en la adolescencia: la fuerza de voluntad no es suficiente
Adicciones en la adolescencia: la fuerza de voluntad no es suficiente
La adicción es una enfermedad. Se caracteriza por ser cualquier comportamiento donde se encuentra alivio a corto plazo, pero que conlleva graves consecuencias negativas y que incluyen la dificultad en cesar la conducta. El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA, en inglés) indica que la mayoría de las personas que sufren de adicciones en la adultez, comenzaron a experimentar con sustancias durante la adolescencia y la adultez temprana.
Las sustancias más consumidas por los adolescentes son el alcohol, el tabaco y la marihuana. Sin embargo, también son populares en esta población las sustancias inhalantes, la marihuana sintética, medicamentos para el dolor y para la tos; estimulantes, alucinógenos y tranquilizantes, entre otros. También hay investigaciones sobre adicciones a las apuestas, videojuegos, dispositivos electrónicos, pornografía, conductas sexuales, descontrol al comprar y redes sociales, entre otras.
Hay muchas razones por las que los jóvenes experimentan con sustancias y comportamientos adictivos: el deseo de nuevas experiencias, creencias tales como que las drogas son “geniales” o “inofensivas”, y la presión de los compañeros. Sin embargo, las adicciones, muchas veces, también funcionan como un intento de lidiar con estresores y conflictos no trabajados, y de una manera poco saludable que puede tener consecuencias muy graves a corto y largo plazo. Tener un historial no tratado de trauma, violencia, abuso físico o emocional, depresión, ansiedad, bipolaridad, trastorno de déficit de atención o tener un historial familiar de enfermedades mentales o consumo de drogas, aumenta considerablemente el riesgo a padecer de hábitos adictivos.
La fuerza de voluntad por sí sola suele ser insuficiente para superar una adicción, especialmente en los jóvenes. El comportamiento ha comprometido las mismas partes del cerebro que hacen posible “decir no”. Las estadísticas confirman que el enfoque basado en la prevención tiene resultados positivos. Sin embargo, se debe seguir concientizando en los diferentes factores de riesgo y enfocarnos en estrategias sociales, psicológicas y médicas para ofrecer una respuesta proporcional a la magnitud del problema.
Si conoces a alguien que necesite ayuda profesional, llámanos al Hospital San Juan Capestrano al 787-625-2900. Estamos disponibles las 24 horas, lo 7 días.
El autor es especialista en psiquiatría general y subespecialista en psiquiatría de niños y adolescentes.
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