OPINIÓN
Punto de vista
Se adhiere a los criterios de The Trust Project
Somos Naguabo: un comedor para el bien

Ante la inquietud de alimentar a los ancianos y personas sin hogar en Naguabo nació el Comedor de Bien Madre Teresa de Calcuta, escribe Carlos Iván Pérez

14 de septiembre de 2021 - 1:00 AM

Las opiniones expresadas en este artículo son únicamente del autor y no reflejan las opiniones y creencias de El Nuevo Día o sus afiliados.
21 de Agosto del 2021 Recorrido por el municipio de4 Naguabos susu playas plaza y gastronomia en la foto La Plaza publica de Naguabo david.villafane@gfrmedia.com (David Villafane/Staff)

“Donde come uno comen veinte”. Con esta frase crecimos en nuestros campos y muy bien resume la experiencia que se vive cada semana en el Comedor de Bien Madre Teresa de Calcuta, en Naguabo.

Allí todo comenzó el 22 de mayo de 2020. Con el inicio de la pandemia nació la preocupación en el corazón del padre José Colón Otero en torno a cómo se alimentarían los ancianos y las personas sin hogar que solía ver en la plaza pública de Naguabo.

Vista de la la plaza pública de Naguabo. Durante la pandemia, ante la inquietud de no dejar sin alimentación a los deambulantes y ancianos que frecuentaban ese lugar, nació el Comedor de Bien Madre Teresa de Calcuta. 
    david.villafane@gfrmedia.com
Vista de la la plaza pública de Naguabo. Durante la pandemia, ante la inquietud de no dejar sin alimentación a los deambulantes y ancianos que frecuentaban ese lugar, nació el Comedor de Bien Madre Teresa de Calcuta. david.villafane@gfrmedia.com (David Villafane/Staff)

Y es que con el cierre de toda actividad económica por el “lockdown” decretado entonces, se reducían las posibilidades para esta población vulnerable.

Entonces, el párroco dialogó con la líder comunitaria Mariny Vázquez y cinco días más tarde, el 26 de mayo de 2020, se abrió el Comedor de Bien.

La aportación de comerciantes, feligreses y vecinos de la comunidad bastó para poner en marcha esta obra de amor. El primer día fueron 24 comensales, quienes fueron servidos por seis voluntarios. Hoy, casi un año y tres meses más tarde, se han servido sobre 25,000 platos de comidas cada martes y jueves a de 200 a 280 personas que llegan al comedor a buscar alimento.

Naguabeños que forman parte del equipo de voluntarios en el Comedor de Bien María Teresa de Calcuta.
Naguabeños que forman parte del equipo de voluntarios en el Comedor de Bien María Teresa de Calcuta. (Suministrada)

No obstante, al crecer la obra y la demanda del servicio en esta comunidad desventajada, aumenta la necesidad del Comedor del Bien de poder tener con qué bendecir a los necesitados.

A pesar de que conseguir los ingredientes para confeccionar los alimentos es una tarea que requiere la intervención divina, esta misión de dar a los más vulnerables es también tarea de todos.

Me inquieta las veces que se muestran las neveras casi vacías del comedor y la lucha que lleva el padre para que su misión pueda sobrevivir. Porque no solo se trata de alimentar, ya que el Centro Teresa brinda ropa, calzado, accesorios y artículos del hogar. Además, una vez al mes se le ofrece compra a los que solicitan y se hacen entregas a grupos empobrecidos, entre otras ayudas.

Esta obra de amor merece más exposición. Lo bueno hay que resaltarlo y cuando hay que abogar por la intervención humana, hay que hacerlo.

No podemos dejar que la indiferencia nos nuble ante las necesidades del prójimo, en particular cuando se trata del pan nuestro de cada día.

Para ayudas o aportaciones pueden hacerlo por ATH Móvil al 787-410-6951 o llamar al 787-874-2235 para hablar directamente con la parroquia de Naguabo.

Guías de Opinión
Las columnas deben enviarse a Gerardo Cordero: gerardo.cordero@gfrmedia.com. Las columnas tienen que ser de 300, 400 o 500 palabras. Al enviarnos su columna, el escritor concede a GFR Media una licencia exclusiva, perpetua, irrevocable, sublicenciable, mundial y libre de regalías para reproducir, copiar, distribuir, publicar, exhibir, preparar obras derivadas, traducir, sindicar, incluir en compilaciones u obras colectivas, y de cualquier otro modo de forma general utilizar su columna (en todo o en parte), sin reserva ni limitación alguna, en cualquier medio (incluyendo pero sin limitarse, a las versiones impresas o digitales o en los sitios web o aplicaciones móvil del periódico El Nuevo Día), forma, tecnología o método conocido en el presente o que sea conocido, desarrollado o descubierto en el futuro. El autor acepta que GFR Media, LLC, podría cobrar a los suscriptores las versiones digitales, sitios web o aplicaciones móviles de GFR Media por el acceso a la columna. has context menu


Ups...

Nuestro sitio no es visible desde este navegador.

Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: