Al reflexionar sobre el desenlace del segundo juicio político contra Donald Trump, Orlando Parga destaca que el perfil social estadounidense hace rato que no responde al modelo de raza blanca y culto protestante que lo caracterizó en pasado
Al reflexionar sobre el desenlace del segundo juicio político contra Donald Trump, Orlando Parga destaca que el perfil social estadounidense hace rato que no responde al modelo de raza blanca y culto protestante que lo caracterizó en pasado
La exoneración a delitos claramente probados durante el impeachment contra Donald Trump, anclada al temor de senadores republicanos sin babilla para enfrentar sectores radicalizados que lo apoyan, da margen a pensar que Estados Unidos anda atrapado en las redes del racismo y la xenofobia que el expresidente agitó para treparse al poder. La realidad es que Trump ni sus seguidores definen o representan a la sociedad estadounidense.
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