Carlos Díaz Olivo cuestiona ¿de qué perspectiva de enseñanza de género o de otra cosa se pueda hablar, si no somos capaces de dispensar el respeto básico que toda sociedad viene obligada a brindar a los adultos mayores?
Carlos Díaz Olivo cuestiona ¿de qué perspectiva de enseñanza de género o de otra cosa se pueda hablar, si no somos capaces de dispensar el respeto básico que toda sociedad viene obligada a brindar a los adultos mayores?
Dos noticias recientes revelan cuán inconsistentes e incoherentes somos en lo que respecta al respeto y tolerancia que supuestamente se promueve. En el contexto de la enseñanza primaria se objeta la manera en que se forma a nuestros estudiantes. Se plantea que en la escuela se entronizan patrones de conducta que no reconocen la diversidad y fluidez en las identificaciones diversas que como humanos podemos tener. Tales patrones, se dice, generan discrimen, abusos y violencia en contra de quienes no encajan dentro de los modelos tradicionales.
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