Cuando se trata de reclamar los derechos de un pueblo maniatado, hay que hostigar al poder metropolitano hasta que responda, sostiene Orlando Parga
Cuando se trata de reclamar los derechos de un pueblo maniatado, hay que hostigar al poder metropolitano hasta que responda, sostiene Orlando Parga
Hayan sido pocos o suficientes los que fueron a votar este domingo para enviar una delegación simbólica al Congreso, los que fuimos sacamos la cara por Puerto Rico. Cada vez que acudimos a las urnas en rechazo a la sujeción colonial, sean los poquitos que piden la independencia o libre asociación, o los muchos que solicitamos la admisión como estado, le estamos gritando al orbe que en Puerto Rico existe un pueblo con vergüenza en la cara. No hay gestión insignificante ni votación estéril cuando se trata de sacudirnos del estigma que nos representa ser la más antigua y poblada colonia sobre la faz de la Tierra.
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