La turbamulta no solo violó un lugar que tiene a su tope una estatua que representa la libertad, sino que se burló de la democracia al mismo tiempo que la pisoteaba, escribe Manuel Martínez Maldonado
La turbamulta no solo violó un lugar que tiene a su tope una estatua que representa la libertad, sino que se burló de la democracia al mismo tiempo que la pisoteaba, escribe Manuel Martínez Maldonado
La desgracia que ha sido para los Estados Unidos tener a Donald Trump de presidente alcanzó su cenit ayer. También logró su nadir moral, su fondo indiscutible en la historia del país. El asalto del Capitolio por hordas de ignorantes que han estado abrazados a las teorías de conspiración y las mentiras del pronto expresidente no tiene otro nombre que terrorismo doméstico. Inducido por el propio Trump, quien los invitó a Washington el día del conteo de los votos de los colegios electorales para nombrar al nuevo presidente, Joseph Biden.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: