El respeto a las normas de sana convivencia, promulgadas para evitar los abusos de unos contra otros, es fundamental en nuestra sociedad democrática. A ese principio le ha fallado un sector de camioneros dedicados al acarreo de mercancías, al exponer esta semana a penurias y pérdidas a Puerto Rico, incluidos las poblaciones vulnerables y otros trabajadores.
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El pueblo no debe sufrir la pugna por tarifas de acarreo
Nota de archivo
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