La aceptación de nuestra apariencia varía según el país que visitemos: el rostro antillano se confunde con el persa en Teherán, con el judío en Jerusalén, con el italiano en Italia y con el libanés en Beirut”, escribe Luce López Baralt
La aceptación de nuestra apariencia varía según el país que visitemos: el rostro antillano se confunde con el persa en Teherán, con el judío en Jerusalén, con el italiano en Italia y con el libanés en Beirut”, escribe Luce López Baralt
Celebro que la escritora laureada Mayra Santos-Febres explore a fondo nuestras raíces africanas a través del Programa de Afrodescendencia y Racialidad, que estrena en la UPR avalado por la Mellon Foundation. Hijos de ese esfuerzo serán los documentales que moderarán los actores Modesto Lacén y Jessica Gaspar para la WIPR a partir del 14 de febrero. Nuestro mestizaje antillano, tantas veces celebrado en la literatura, suele sin embargo quedar invisibilizado en nuestra vida cotidiana. Todo racismo es execrable y, aunque el nuestro no llega a los extremos del norteamericano, refractario al concepto crucial del mestizaje, necesita ser mirado de frente. Celebro pues el valiente proyecto civilizador de estos admirados colegas.
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