El ojo huracán Helene, que alcanzó en la tarde de este jueves la categoría cuatro en la escala Saffir-Simpson, hizo su entrada en la costa noreste del estado de Florida cerca de las 10:00 de la noche, informó el Centro Nacional de Huracanes (CNH).

El potente ciclón llegó a la costa del condado de Taylor con vientos máximos sostenidos de 140 millas por hora (mph), según el boletín de las 11:00 p.m. El boletín colocó el ojo de Helene en la latitud 29.9 grados Norte, longitud 83.9 grados Oeste, con una velocidad de traslación de 24 mph. El fenómeno atmosférico se encontraba a 75 millas al noroeste del cayo Cedar, y a 40 millas al sur de Tallahassee. La presión central mínima del ciclón es de 938 milibares (MB).

Entre las 9:00 y 10:00 p.m., Helene se fortaleció nuevamente y sus vientos máximos sostenidos aumentaron de 130 a 140 millas por hora.

El boletín añadió que se espera que Helene realice un giro hacia el norte durante la noche, y que el ojo impactará el estado de Georgia. Una vez toque tierra, se espera que el ciclón gire hacia el noroeste, junto con una reducción en su velocidad de traslación. Los vientos con fuerza de huracán se extienden a 60 millas del ojo, mientras que los vientos con fuerza de tormenta tropical alcanza hasta 310 millas del centro.

De momento, la zona de la playa México hasta Flamingo, Tampa Bay y la bahía de Charlotte permanecen bajo aviso de marejada ciclónica. Mientras, la zona entre el río Anclote y la playa México permanece bajo aviso de huracán. Entretanto, la zona entre Englewood y el río Anclote, incluyendo a Tampa Bay, están bajo advertencia de huracán. Por último, las zonas bajo advertencia de tormenta tropical incluyen los cayos de Florida, la zona entre Flamingo y el río Anclote (incluyendo a Tampa Bay), la zona al oeste de la playa México hasta la frontera de los condados de Okaloosa y Walton, la zona norte de Flamingo hasta el río Little, y la zona del lago Okeechobee.

“Helene se vuelve un poco más fuerte a medida que su ojo se acerca a la costa del Big Bend de la Florida. Una torre del Programa de Monitoreo Costero de la Universidad de Florida ubicada en Cedar Key informó recientemente un viento sostenido de 55 mph y una ráfaga de viento de 73 mph”, indica el boletín.

“Un mareógrafo del Servicio Nacional Oceánico de la NOAA ubicado en Clearwater Beach recientemente informó un nivel de agua de 5.7 pies por encima del nivel medio de marea alta, lo que es una aproximación de inundación en esa área”, añade. ”, añade.

Los pronósticos apuntaban a que el ciclón tropical continuaría fortaleciéndose a medida que se acercara en la tarde del jueves a la costa del llamado “Florida Big Bend”, región al noroeste del estado que conecta la región del “panhandle” con el resto de la península. Al tocar tierra, Helene comenzará a debilitarse, aunque su rápido movimiento de traslación dará paso a que los fuertes y dañinos vientos y ráfagas de este sistema penetren a través de los estados del sureste de Estados Unidos.

La trayectoria pronosticada posicionaría a Helene tocando tierra en Florida durante la noche del jueves o la mañana del viernes y, posteriormente, desviándose hacia el noroeste.

Entre los riesgos a la vida más importantes, recalcados por el NHC, se menciona la catastrófica marejada ciclónica que elevaría el nivel del mar alrededor de la costa del “panhandle” entre 10 a 15 pies, lo que pudiese redundar en inundaciones.

Helene, además, dejará entre seis a 12 pulgadas de lluvia, con lugares aislados recibiendo hasta 18 pulgadas, en porciones del sureste de Estados Unidos y llegando hasta el sur de la cordillera Apalache.

También se advirtió que este fenómeno atmosférico pudiese causar tornados durante la tarde y noche del jueves. Los lugares con mayor amenaza son áreas al norte de Florida y sureste de Georgia, la zona baja y media de Carolina del sur y el sur de Carolina del Norte.

El NHC hizo una llamada “a terminar rápidamente los preparativos para proteger la vida y la propiedad”.

De impactar en Florida, como se prevé, será el cuarto que alcance tierras estadounidenses este año, tras Beryl, Debby y Francine.

Según la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos (NOAA), la temporada de huracanes en el Atlántico, que comenzó oficialmente el 1 de junio, podría tener una actividad “por encima” del promedio, con entre 8 y 13 huracanes, de los cuales entre 4 y 7 serían de categoría mayor.