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Nueva York - La primera vez que mexicana Erika Cruz (15-1, 3 KO’s) entró a un gimnasio era una niña y fue para acompañar su padre, el entonces boxeador Guillermo “Memo” Cruz.
En esos primeros momentos, la campeona peso pluma de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) no le prestó atención al deporte y más bien lo veía como una entretención.
Cuando tiene a su hijo a los 15 años, su padre le dice que regrese al gimnasio. Ella toma su consejo, movida por el deseo de hacer algo por ella y su hijo, pues era madre soltera, y ahí se enamoró del deporte de las narices chatas.
A partir de ese momento, Memo Cruz, quien se midió a boxeadores como a los boricuas Alfredo “El Salsero” Escalera y Samuel “El Torbellino” Serrano y al ex campeón mundial mexicano José “Pipino” Cuevas, se convirtió en el entrenador de la peleadora que hoy, sábado, en el Teatro Hulu, del Madison Square Garden, pondrá su título en juego ante la puertorriqueña Amanda Serrano (43-2-1, 30 KO’s) para sacar la campeona indiscutible de las 126 libras.
La boricua expondrá los de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), la Organización Mundial de Boxeo (OMB), el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y la Organización Internacional de Boxeo (OIB).
En entrevista con El Nuevo Día, “Memo” Cruz compartió que su hija ha trabajado muy duro para ganar esos títulos, aunque muchos piensan que no podrá hacerlo.
“Son los resultados del espíritu. Porque es un espíritu que se obtiene a través del tiempo, que se va forjando, se va fortaleciendo. Este es el momento de dar el estirón. Nadie cree que Erika pueda ganar, pero ella viene con todo el corazón y sus fuerzas”, expresó el entrenador, que ha acompañado a su hija a Nueva York.
El expeleador no se deja llevar por sentimentalismo al momento de hablar sobre cómo se siente al verla pelear. Al contrario, expuso que su mentalidad es que trabaje fuerte para que salga airosa y lo menos golpeada posible.
“El trabajo que hacemos en el gimnasio es para que ella tenga buenos resultados. No estoy nada más pensando en el amor y el cariño. Yo quiero que ella sea menos golpeada y que tenga más recursos boxísticos para que pueda desarrollar su pelea. Yo lo que quiero es que pegue y no le peguen”, estipuló.
“Uno como padre le da los mejores consejos. Yo lo viví, y precisamente por eso le doy los medios para que ella pueda mejorar”, agregó.
Según la base de datos de BoxRec, “Memo” Cruz apiló un récord de 5-5 y 3 nocauts. Se enfrentó a Escalera el 28 de octubre de 1974 en Oaxaca, México, y salió con la victoria. En su siguiente pelea el 15 de noviembre de ese año en San Juan perdió ante Serrano.
La reyerta con Cuevas fue el 12 de mayo de 1973 en Ciudad México, y “Memo” fue el ganador.