El pueblo ganó el debate, porque pudo ver en forma más sosegada a las personas que aspiran a dirigir a nuestra nación, escribe Héctor Reichard
El pueblo ganó el debate, porque pudo ver en forma más sosegada a las personas que aspiran a dirigir a nuestra nación, escribe Héctor Reichard
Por fin pudimos observar un debate más “normal” entre el presidente Trump y el exvicepresidente Joe Biden si lo comparamos con el primero, que fue un desastre. Importante: las interrupciones que sobreabundaron en el primero, gracias a las reglas del juego y al trabajo de Kristen Walker como moderadora, que hizo un uso más eficiente de su poder, fueron mínimas. Se discutieron los temas de política pública de naturaleza medular, como la respuesta al COVID-19, la salud y política exterior.
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