Eduardo A. Lugo Hernández declara que la clase política de la isla debe dejar de apostarle al estatus como solución a la pobreza infantil
Eduardo A. Lugo Hernández declara que la clase política de la isla debe dejar de apostarle al estatus como solución a la pobreza infantil
Uno de los asuntos más apremiantes de esta y de próximas administraciones es la pobreza infantil en Puerto Rico. Ha sido ampliamente reportado por el Instituto de Desarrollo de la Juventud que el 58 de los menores de 18 años viven en pobreza. Las secuelas de la pobreza a nivel mundial han sido documentadas e incluyen pobre acceso a alimentación adecuada, pobre acceso a servicios esenciales de salud y educación, deserción escolar, problemas de salud mental y retrasos en el crecimiento y desarrollo del cerebro. Algunas investigaciones han indicado que el impacto en el cerebro del estrés de vivir en pobreza se asemeja al de ser abusado en la niñez. Esto debe alarmarnos a todos y todas, ya que la pobreza no solo afecta a la niñez sino también a sus familias y tiene implicaciones a largo plazo en el país. Es triste pensar en este día de Reyes que hay niñez con pocas expectativas de un futuro de prosperidad y oportunidades.
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