Desde el estreno en 1962 del 'Dr. No", con Sean Connery, el primero e inolvidable agente 007, pasan muchas cosas en la saga de 22 películas que se ruedan en exteriores de medio mundo y se completan en estudio. La imponente Ursula Andrews es la primera diosa que sale del agua con su bikini blanco y enorme cinturón en la playa de Laughing Waters, cerca de la cascada de Ocho Ríos, en Jamaica. Y como James Bond tiene alma de valija, Daniel Craig, su última reencarnación, sigue el estilo rodeado de mujeres bellísimas y paisajes haciendo juego.

En "Quantum of Solace", una continuación de "Casino Royal' que acaba de estrenar, hay una nueva antología de panoramas deslumbrantes aunque no siempre correspondan al lugar que nombra la ficción. Por ejemplo, además de correr a los villanos de turno en Austria e Italia, llega hasta nuestro continente.

Teóricamente en Bolivia está el escondite del jefe de los malvados, Dominic Greene, aunque se filma en Chile en el Observatorio Europeo de Paranal, en el desierto de Atacama, cerca de Antofagasta. En esta cumbre de 2,635 metros el aire es puro y seco (humedad cero), sin polución, con 330 días claros por año y ninguno de lluvia.

De la misma manera que ocurre con toda la serie, comenzando con la propia casa del novelista Ian Fleming que se puede alquilar en el Caribe, se convierte en una gran atracción turística para el que busque novedades y no tenga problemas para pagarlas. En este caso no hay acceso al observatorio y el complejo de sus cuatro enormes telescopios de 8 metros de diámetro (VLT), y la solución es el cercano hotel Explora Atacama.

El precio por persona, por tres noches con todas las comidas incluidas más el equipamiento y guías especializados para las excursiones en el desierto, parte de $1,773 en ocupación single y $2,550 si no prefiere estar solo. El paraje desolado es tan árido que la NASA prueba sus prototipos para uso eventual en el planeta Marte. Aunque no muy lejos de allí está el océano Pacífico con la playa Juan López, el chango López que fundó en 1868 La Chimba (luego Atacama), que es una perla para el que busca arenas incontaminadas y casi desiertas.

Set de filmación natural

Las aventuras del agente que tiene permiso para matar y mientras tanto vive muy bien siguen por Haití sin llegar a esa dramática isla, porque se ambientan en Panamá. En los escenarios de Casco Viejo, fundada en 1514 que está en la base histórica de la ciudad, se usan las calles adoquinadas, las señoriales mansiones de la época colonial con balcones de hierro forjado y muchas flores. De la misma manera que Palermo Viejo, la zona antes deprimida es ahora sitio de moda con restaurantes y bares, galerías de arte y tiendas sin perder el encanto de sus antiguas fachadas. Aquí no hay problema para alojarse en un hotel boutique o un cinco estrellas entre los rascacielos del centro a tiro de taxi y poder identificar, al ver la película, aquí estoy yo .

Un toque másexótico lo tenemos en las playas del archipiélago de Bocas del Toro y Calidonia, cerca del canal donde se instalan las cámaras para retratar una historia en Haití sin correr el riesgo de la actualidad que puede ser más áspera que las imaginadas bajo control.

El legendario Aston Martin DBS, uno de los que usa Craig, ahora se comercializa en una versión para calle que cuesta $391,205 y se puede alquilar por unos $1,300 diarios. Gran parte de lo que se ve también está en el mercado. Del lanzamiento del Ford K para Olga Kurylenko, la nueva una chica Bond, al continuo desfilar de avisos encubiertos, la llamada publicidad no tradicional. Se pueden reconocer 21 marcas entre gaseosas, cerveza, relojes, computadoras y hasta servicios de aviones con uniformes para las auxiliares diseñados por Hugo Boss. En total se estiman $88 millones de ingresos en este rubro, superior al que se invirtió en la versión cinematográfica de "Sex & the City".